Andrea Monti: Sei Láser abre el camino a la confección a medida

Monti explica las innovaciones de su empresa en el terreno del láser, que posibilitará la implantación de la confección industrial a medida

30.06.2020.-El periodista Sandeep Agarwal ha reunido unas explicaciones de Andrea Monti, directivo de la empresa italiana Sei Láser sobre el sector del denim y sobre todo sobre la tecnología de la producción sobre pedido (On Demand Production). Monti las ha realizado en plena pandemia del Covid-19, a la que también se refiere.

Sei Láser, fundada en 1982, es una de las empresas más innovadoras del mundo en tecnología láser. Ha desarollado gamas de equipos de corte y marcado para distintos sectores como iluminotécnica, comunicación visual, artes gráficas, etiquetaje, moda, interiorismo, electrónica, etc. Todos sus sistemas utilizan su software Icaro, que opera sobre Windows y que es conecta fácilmente con los sistemas CAD/CAM más avanzados del mercado.

Mi país ha sido uno de los más afectados del mundo -comenzó explicando Andrea Monti-, aunque ahora mismo ya tenemos bastantes menos infectados. El gobierno se vió obligado a ordenar un cierre casi absoluto de toda la actividad social y económica. Afortunadamente nuestra empresa trabaja para varios sectores, por ejemplo equipo médico de plástico, que era necesario para luchar contra la pandemia. Siempre seguimos tyrabajando y ahora hemos recuperado ya la plena normalidad, aunque con todas las medidas de prevención dictadas por el gobierno.

Producción sobre demanda: cambio de paradigma

Se ha hablado mucho sobre producción sobre demanda (on-demand manufacuring), que es un concepto que tiene muchas interpretaciones. ¿Cómo lo definiría yo? Voy a contar una anécdota. Hace un par de años nos contactó una empresa de comercio electrónico. Sabían que éramos expertos en láser y básicamente nos dijeron lo siguiente:

– Tenemos un problema. Nuestros proveedores tienen calendarios y volúmenes de trabajo con los que resulta difícil trabajar. Nuestros clientes, cuando ven algo que les gusta en nuestra web, lo compran, lo pagan y quieren tenerlo en su casa en 3 días. Con nuestra cadena de suministro tenemos que trabajar con demasiada antelación, discutir cantidades y precios, hacer bastantes muestras, etc. Y luego viene el transporte en barco, que exige bastante tiempo. A pesar de todo, nunca podemos estar seguros de qué producto vamos a recibir al final.

– Y, entonces ¿qué es lo que desean de nosotros?

– Queremos que nuestros clientes reciban en tres días la prenda que desean, personalizada y hecha a su gusto.

Nuestra primera reacción fue decirles: esto es imposible. Gracias por su visita. Adiós.

Pero ellos insistieron, vinieron otra vez y nos plantearon lo mismo. Es imposible, repetimos nosotros.

Pero vinieron una tercera vez. Y entonces nuestro equipo se sentó y dijo: tenemos que cambiar nuestro punto de vista en este asunto. Debemos pensar qué debemos hacer para que resulte posible.Cambio de planteamintoos equipos.

Hacer posible lo imposible

Tuvimos suerte -siguió explicando Andrea Monti- porque esta es la historia de nuestra empresa. Sei Láser, en efecto, es una empresa de expertos en láser que ha estado trabajando con lásers durante más de 30 años en multitud de sectores y con multitud de materiales. Fabricamos máquina que cortan y gravan textil, metal, vidrio, piedra, etc. Nos dimos cuenta de que desde el punto de vista del hardware teníamos ya una solución fiable.

Nuestros expertos enseguida se dijeron: fijaos, tenemos que adaptar esto, tenemos que mejorar lo otro, tenemos que dar una respuesta a las necesidades de estos clientes. Y entonces empezamos a hablar con nuestros clientes –sobre todo, confeccionistas- y a hacerles montones de preguntas. Obtuvimos respuestas muy interesantes y al final cremos el producto innovador que ahora está ya en el mercado. Es un sistema que comienza a trabajar con el tejido, que lo corta, lo graba y lo apila por las líneas que después serán las costuras.

Lo más interesante es que eliminamos la mayor parte de las operaciones de lavado. Consumimos muy poca agua, solo la necesaria para el lavado final. Es una mejora dramática que acorta la cadena de suministro y que es mucho más sostenible que el sistema anterior. Y este sistema puede instalarse en cualquier sitio, no exige aire acondicionado ni salas especiales.

A fines de este año, y gracias a un acuerdo con un cliente nuestro de Asia meridional, que ha abierto en Estados Unidos, tendremos funcionando varios de esos equipos. Responderán a la demanda de producción sobre pedido, con una manufactura rápida de jeans. Total: lo que al principio parecía imposible, al final ha resultado posible.

La cadena de suministro en el denim

Ahora entramos en una fase en que hemos de dar fluidez a las relaciones entre los diseñadores, las marcas y los confeccionistas. Por esto hemos incluido en nuestro equipo un software 3D propio que también trabaja en 2D. Un diseñador puede trabajar con él, sin necesidad de recurrir al Photoshop o a otros programas. Puede hacer su trabajo en tiempo real, y lo puede presentar inmediatamente al cliente. Si le gusta, pulsa un botón y la máquina comienza a producir cortando el tejido porque este láser hace la marcada del tejido y el corte al mismo tiempo.

La producción del tejido de una prenda complicada puede tardar entre 90 y 120 segundos. Después se recogen los trozos de tejido y se cosen. Con esta técnica se pueden realizar entre 100 y 1.000 prendas al día. Si necesitamos otro día para el envío al cliente, hemos conseguido cumplir el plazo ideal de 3 días. Es un pequeño milagro con un resultado excelente.

Por supuesto, la máquina puede trabajar con tejidos standard, que ya hay en el almacén o con otros especiales: tejidos de algodón, tejidos artificiales o incluso con TPU (poliuretano termoplástico). Incluso puede hacer zapatos. No existen límites. Es una tecnología disruptiva que permite hacer la manufactura sobre pedido.

Una evolución positiva

¿Resulta incompatible este sistema con el re-shoring?, se preguntó el propio Monti. Yo creo que a veces usamos mal este término. Yo prefiero hablar de fabricación en proximidad. Puede parecer que nuestro sistema va contra la tecnología tradicional de producción, pero no es exactamente así. Nuestra tecnología está pensada para dar servicio, soluciones a los consumidores. De hecho, en Sei Láser decimos que no vendemos máquina sino soluciones láser porque necesitamos entender qué es lo quiere nuestro cliente.

En este caso, nuestra tecnología –que no es una revolución sino una evolución positiva– va de la mano con la producción tradicional, porque la producción masiva siempre existirá e incluso aumentará, aunque deberá ser más sostenible y repensar bastantes cosas. Probablemente nuestra tecnología será usada también por los fabricantes actuales, cuando quieran producir cerca de sus mercados, en formato fast fashion. Pero será usada sobre todo por empresas nuevas, que serán pequeñas y que no pueden abordar producciones masivas. Les servirá para estar cerca de sus clientes y darles el servicio que necesitan.

Al fin y al cabo, todas las empresas queremos obtener beneficios. Y las que adopten esta tecnología los obtendrán, porque –al responder a las necesidades de sus clientes- serán siempre ganadoras.

Todos los fabricantes serán complementarios. Los que trabajen en proximidad tendrán ventajas para la comunidad porque crearán puestos de trabajo. Los más tradicionales, en cambio, tienen el problema de que sus proveedores son demasiado lentos. Necesitan demasiado tiempo y generan muchos desechos. Los confeccionistas deben cambiar su modelo de negocio, adaptarse al tiempo actual. Si no lo hacen por voluntad propia, tendrán que hacerlo obligados por el mercado. Una de las máximas que todos deberíamos tener en la cabeza es ¡No más desechos! Así ahorraríamos dinero y tiempo, obtendríamos nuevas oportunidades y crearíamos nuevos puestos de trabajo.

La tecnología digital ya es presente

Algunos hablan del impacto de la tecnología digital como sai fuese el futuro. Se equivocan: ya es presente, asegura taxativamente Monti. Lo mismo ocurre con las soluciones 3D, como el software que instalamos en nuestros equipos y que trabajan en 2 y 3D.

Pensemos que, cuando los diseñadores crean una colección, los clientes solo suelen aceptar en torno al 15% de sus propuestas. Rechazan el 85% restante. Si trabajasen en 3D, podrían comunicar inmediatamente con sus socios o clientes, enviarles las propuestas, y al cabo de dos días de su aprobación podrían enviar ya muestras físicas, exactamente iguales a las mostradas en la pantalla. Los descartes se reducirían sensiblemente porque los envíos corresponderían exactamente a lo que el cliente espera. Y cada muestra vale entre 1.000 y 1.500 euros, por lo menos.

Imagine el dinero y el tiempo que podríamos ahorrar porque cada muestra exige entre 20 y 30 días. A partir de ahora serán solo horas, quizá solo la diferencia del huso horario. Esto permite crear nuevos puestos de trabajo para personas sin una formación excepcional porque el uso del sistema de simple y fácil.

Cambios en las preferencias de los consumidores

También se habla mucho sobre los posibles cambios de preferencias de los consumidores después del Covid-19. Mucha gente cree tener la respuesta. Yo creo que, después de un primer momento de revenge buying, los consumidores tendrán nuevas motivaciones, que serán más permanentes. Sin duda, la sostenibilidad estará entre ellas.

Los consumidores volverán a ir a las tiendas físicas pero también al comercio electrónico. Las entregas a domicilio serán un standard total. Toda la sociedad integrará de una forma natural el mundo digital y el real, creando nuevos modelos de negocio. Todos desearemos la integración de esos dos mundos en nuestra interacción con los clientes finales.

Verdadero sentido de la customización

¿Cuál es el verdadero sentido de la customización? Para mí, significa la interacción con los clientes. Hay sectores –como el marketing o la confección- donde prácticamente no ha existido. Por ejemplo, ¿qué son las prendas virtuales?

En el mundo de los videojuegos, en cambio, ya existe mucha interacción entre las marcas, el marketing, los creadores de juegos y los mismos juegos. Fíjense, por ejemplo, en The Sims y en Fortnite, donde un conocido rapero ha dado un concierto virtual a través de su avatar, porque los de verdad están prohibidos. El avatar llevaba unos zapatos de una marca que patrocinaba el concierto que ya podían comprarse en las tiendas. ¡La audiencia de ese concierto llegó a 12 millones de personas! Todo esto abre un nuevo mundo de posibilidades.

Al mismo tiempo, la población mundial seguirá creciendo. Ahora ya somos 8.000 millones de personas. Todas ellas necesitan vestirse. Muchas usarán a menudo prendas tejanas. Querrán artículos buenos, bonitos, a un precio razonable y deprisa.

Valor de la solidaridad

Y ahora me gustaría hacer una reflexión final sobre la solidaridad y la compasión por los demás, explica Monti para cerrar la entrevista. Se ha hablado muchos de ellas a propósito del Covid-19. Algunas marcas han entrado en pánico y han cancelado pedidos, creando problemas graves a sus proveedores y a sus trabajadores. Otras no han cancelado pedidos pero han intentado renegociar los precios ya acordados. Y otras, por último, han mantenido sus compromisos. A estas últimas esperamos que el futuro les recompense por lo que han hecho

También quiero enviar a la audiencia un mensaje positivo porque todos estamos enfrentándonos a una situación muy difícil, pero son estas situaciones las que empujan a la humanidad a estrujarse el cerebro y a encontrar soluciones.

Gracias a Dios, estamos en un sector –el del denim- que es muy resistente a las dificultades. Lo ha demostrado a lo largo de sus 150 años de historia. Seguirá siendo resistente y seguirá creciendo porque la población mundial también lo hará. Esto equivale a la asunción de nuevas tecnologías y de nuevas soluciones, que no se implementarán en el corto plazo, pero sí a medio o largo. Estamos en el alba de una evolución de la tecnología digital que creará nuevas oportunidades para todos.

Miremos con confianza el futuro, aunque parezca oscuro, remata Monti con optimismo. Estamos en un túnel, pero al final de él se ve una luz a la que nos acercaremos pronto.

+ Info: www.seilaser.com

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