En los materiales se busca así una naturalidad inconfundible, a partir de tramas irregulares de fibras naturales, que realcen su estructura y su tacto delicado, y de mezclas ingeniosas, con las que conseguir una riqueza de texturas, tactos y aspectos rústicos. Se buscan nuevas mezclas, por ejemplo, con cashmere, lana y seda.Lo natural prima hasta tal punto que las fibras sintéticas o modificadas ponen énfasis en propiedades ecológicas, como contar con una producción sostenible o ser biodegradable.En cuanto al aspecto, se busca la perfección en la regularidad y limpieza, los tejidos ganan resistencia y durabilidad con estructuras más compactas, se pone el acento en los materiales luminosos con destellos pulidos y translúcidos, metálico-plásticos, acabados lustrosos…, en contraste con el aspecto mate denso del algodón puro, de sintéticos o viscosa modificada. Se buscan efectos crujientes y tonos diluídos en chinés delicados, mezclas y fibras naturales coloreadas. Los colores se mezclan con las texturas. Esta temporada tienen la función de relacionar los materiales con los aspectos. La tendencia es de tonos claros, brillantes, sólidos y sintéticos, aunque también efímeros y envolventes.Por último, apuntar que se impone lo funcional, sobre todo en lo que se refiere a protección, ya sea contra el calor, el fuego, los reflejos, los UV, las bacterias o el cloro.