El BFC ha publicado un informe sobre la gestión de las prendas devueltas durante 2022. El 75% del invendible acabó incinerado o en vertederos

El Instituto de Moda Positiva (IPF) del British Fashion Council (BFC), DHL y la consultora Roland Berger han publicado un informe preocupante sobre las prendas que acaban en los vertederos.

Según este estudio, unos 23 millones de artículos de moda devueltos por sus usuarios en Gran Bretaña durante el año 2022 acabaron incinerados o en vertederos. Todo ello generó 750.000 toneladas de emisiones de CO2 y representó el 75% de todas las devoluciones que no pueden revenderse.

El informe, titulado Solving Fashion’s Product Returns, no solo cuantifica el impacto ambiental de las devoluciones de moda. Sino que plantea varias recomendaciones para abordar el problema.

Como parte del informe, la IPF, Roland Berger y Dynata llevaron a cabo una encuesta entre los consumidores británicos. Esta sirvió para comprender mejor su comportamiento en el momento de la compra y de la devolución de artículos de moda. Precisamente, IPF celebra este año su Foro anual el 20 de abril en 180 Studios (Londres). Este año estará dedicado a acelerar la circularidad del sector de la moda.

Esta encuesta reveló que la talla o el ajuste incorrectos (93%). Así como el hecho de que la calidad del producto no cumpliera las expectativas (81%) fueron las principales razones para devolver un artículo. El 56% de los consultados afirmó que cobrar por las devoluciones sería el método más probable para reducirlas.

El informe sugiere que las devoluciones gratuitas pronto serán cosa del pasado y que la inversión en calculadoras de tallas se convertirá pronto en una norma del sector, con avatares digitales, para pruebas virtuales.

Hay que reducir las devoluciones y su coste

Roland Berger ha calculado que las grandes cadenas detallistas, con un 70% de las ventas procedentes de su sitio web, podrían reducir los costes de gestión de las devoluciones entre un 20 y un 40% con la introducción de calculadoras de tallas y avatares.

Los detallistas también deberían tener en cuenta los costes de la logística inversa para reducir sus gastos y cumplir los objetivos de emisiones de CO2. Esto implica invertir en tecnología y procesos como los pasaportes digitales de productos y el almacenamiento automatizado. De esta forma, las empresas podrían conseguir que las operaciones de devolución fuesen más eficientes y rentables y menos intensivas en carbono.

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Una foto publicada en el informe del BFC

En palabras de Caroline Rush, directora general del British Fashion Council, este proyecto reconoce la importancia de invertir en innovación para garantizar negocios sólidos y rentables, salvaguardando al mismo tiempo el planeta y la sociedad. La responsabilidad recae ahora en los detallistas y en las empresas de moda que deberían alcanzar el objetivo mediante la aplicación del cambio necesario en la totalidad de sus negocios, desde la producción hasta la logística inversa.

Siobhan Gehin, socia principal de Roland Berger, añadió: abordar el problema de las devoluciones es ya más urgente que antes debido al menor consumo, a inminentes legislaciones restrictivas y a unos costes operativos más elevados. Este último es probablemente el que más motiva a las empresas para pasar de un modelo de negocio lineal a uno circular. Aunque el futuro de la moda es circular, conseguirlo no es tarea fácil. El premio, sin embargo, es que se estima que las empresas de moda circular crecerán un 18% anual desde donde estaban a principios de esta década hasta 2030. El resto del mercado, en cambio, se enfrenta a un crecimiento anual de sólo el 3%.

+ Info: https://www.britishfashioncouncil.co.uk/Institute-of-Positive-Fashion

Pinker Moda

12.04.2023