Bruselas multa a los fabricantes de cremalleras
Además de estas tres empresas, el ejecutivo comunitario ha castigado también a otros productores más pequeños, con los que también acordaron precios en algunos mercados. Prym fue el único fabricante que vio reducida de manera considerable su sanción por haber sido la primera en ofrecer información sobre el cártel y colaborar con la investigación de la Comisión. Las otras dos se beneficiaron también de cierta rebaja por acogerse al programa de clemencia de Bruselas.La normativa antitrust de la Unión Europea contempla multas por este tipo de prácticas según el tamaño de los mercados, la duración de los acuerdos y las cifras de negocios de las compañías. De este modo, YKK ha sido la que recibido una mayor sanción, de 150,25 millones de euros, seguida de Coast, que deberá abonar 122,405 millones de euros. Prym ha sido castigada con 40,538 millones de euros.Los otros fabricantes de cremalleras afectados son A. Raymond, multado con 8,325 millones de euros, el grupo Socovill, con 6,002 millones de euros, Berning & Söhne, con 1,123 millones de euros, y la asociación FVB, con 1.000 euros.La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, cree que es inaceptable que los principales fabricantes del mundo se pongan de acuerdo para mantener precios artificiales y repartirse mercados y clientes de unos productos utilizados en la vida cotidiana por muchísimos consumidores.Investigados desde 2001Bruselas abrió una investigación por iniciativa propia tras ser alertada de posibles prácticas colusorias y en 2001 llevó a cabo inspecciones sorpresa en varias fábricas de cremalleras. Las empresas afectadas se ofrecieron a colaborar de inmediato con el propósito de beneficiarse de una reducción de sus multas.El ejecutivo comunitario ha demostrado la existencia de pactos de precios para la venta de cremalleras y otros cierres, como corchetes y remaches, así como para las máquinas utilizadas para fijar estos productos en la ropa. Ha reunido pruebas de que los máximos responsables de estas empresas mantenían de manera habitual reuniones sobre su política de precios y ha constatado que todos ellos sabían que su comportamiento era ilegal.Cuatro grandes pactosEn el primero de ellos participaron YKK, Prym, el grupo Socovill, A. Raymond, Berning & Söhne y la asociación alemana FVB. Duró de 1991 hasta 2001 y se aplicó a cierres de cremalleras y a las máquinas para fijarlos.El segundo sólo implicó a Prym y a YKK y duró 1999 a 2003. Pactaron el precio para cada producto que fabrican y en cada país y se repartieron el mercado de cierres a cremalleras y su maquinaria.El tercer pacto fue entre YKK, Coats y Prym y duró entre abril de 1998 y noviembre de 1999. Intercambiaron información de precios, discutieron aumentos y fijaron precios mínimos de las cremalleras en Europa.Por último, el cuarto pacto fue entre Prym y Coats, se alargó entre 1997 y 1998 y supuso el reparte de todo el mercado de productos de mercería.