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Guía de Formación

Defend Our Health subraya de nuevo los peligros del poliéster


01/08/2022

El poliéster –usado en la mayor parte de prendas que usamos- contiene productos petroquímicos peligrosos, como el antimonio

01.08.2022.- Defend Our Health, una organización estadounidense sin ánimo de lucro que se centra en la seguridad de los productos, ha publicado un informe en que advierte que el poliéster, además de alimentar la crisis climática, puede ser una amenaza para la salud humana. 

Esto se aplica tanto a las versiones vírgenes como a las recicladas del tereftalato de polietileno, más conocido como PET. De los cientos de productos químicos que se emplean en la fabricación de botellas de plástico para refrescos, prendas, etc. muchos son peligrosos. 

PET, poliéster, Defend Our Health
Una prenda totalmente realizada con poliéster

Los productos petroquímicos forman parte del 99% del poliéster y el PET que se produce, ha declarado la analista Roopa Krithivasan, coautora del estudio. Se produce y consume más plástico PET que cualquier otro tipo de plástico. En 2019 el mundo produjo más de 83 millones de toneladas métricas de PET, cifra que representa el 19% de toda la producción de plásticos. Dos tercios de ese total son usados por la industria textil y confeccionista. 

Dos de los mayores componentes petroquímicos usados para fabricarlos son el monoetilenglicol y el paraxileno. El primero es un conocido veneno para los fetos. El segundo, un tóxico neurológico y respiratorio. 

Peligros del antimonio

 Para acelerar la reacción química final que produce la resina de PET y la fibra de poliéster, se emplea con frecuencia el trióxido de antimonio. Una exposición excesiva a los compuestos de antimonio puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas, toxicidad hepática y cáncer. Como el antimonio se utiliza en la mayor parte del PET, permanece en los productos de plástico y en los tejidos que utilizamos. 

Aunque Defend Our Health no analizó ningún textil, Krithivasan dijo que no le sorprendería encontrar una vía similar de contaminación. El antimonio, que se añade a muchos otros productos de plástico se detecta regularmente en el polvo doméstico. Incrustado en las microfibras desprendidas, el antimonio en el poliéster contribuye a empeorar su impacto general. Los niños, con sus cuerpos en desarrollo, son especialmente vulnerables. 

Cuando tomamos muestras de orina y observamos lo que hay en el cuerpo, descubrimos que los niveles de antimonio en el cuerpo de los niños son mucho más altos que en el de los adultos, a niveles que superan con creces lo que la EPA de Estados Unidos considera seguro, ha señalado Krithivasan. Este compuesto químico que se utiliza para fabricar PET y poliéster, aparece en nuestros alimentos, en nuestra ropa y en nuestros cuerpos. Y, sin embargo, seguimos como si esos plásticos fueran totalmente seguros. 

El poliéster reciclado tampoco es seguro 

A medida que las marcas de moda se esfuerzan por alcanzar objetivos de sostenibilidad, muchas recurren al poliéster reciclado. Krithivasan ha comentado que esta solución no tiene en cuenta la química básica de estos productos, que son tóxicos durante su fabricación y su vida útil. Su única ventaja es que reduce la necesidad de producir más poliéster virgen. 

Hay medidas que las empresas pueden tomar para mitigar algunos de los daños, como usar un catalizador menos tóxico. Sin embargo, esto genera problemas. El óxido de germanio, por ejemplo, tiene baja toxicidad, pero es más caro y difícil de conseguir. Las enzimas de base biológica y otros biocatalizadores orgánicos podrían ser la solución más segura, pero aún no están disponibles comercialmente. 

A largo plazo, Defend Our Health recomienda eliminar el PET y el poliéster por completo, y aceptar el reciclado solo como un paso intermedio hacia la sostenibilidad. El sector confeccionista debería pensar en formas de dejar de utilizar el plástico para fabricar prendas. En 2020, el poliéster representó el 52% de la producción mundial de fibras. 

Creo que hay suficiente información para sugerir que el PET y el poliéster no deberían estar en nuestras vidas, concluye Krithivasan. Hay algunos usos donde no se les puede encontrar sustituto. Pero, salvo en esos casos, no hay necesidad de que estos plásticos formen parte de nuestras vidas. No importa si son vírgenes o reciclados. No constituyen nunca una buena noticia. 

+ Info: https://defendourhealth.org/