Empresas italianas, chinas, coreanas y turcas ya han mostrado interés por el proyecto, que aumentará la producción nacional y creará puestos de trabajo en Irán

28.08.2017.- Irán ocupa la posición número 36 entre los mayores exportadores textiles del mundo y el número 90 entre los exportadores de confección, unas posiciones que no son malas pero que el gobierno quiere mejorar decididamente.

Con este propósito, para limitar las importaciones, potenciar la industria nacional y abaratar los productos locales, el gobierno ha informado que está planeando construir una ciudad industrial dedicada por entero a la confección en Fashafouyeh, localidad situada cerca de Teherán, su capital. De acuerdo con la información facilitada por la Dirección General de Textil/Confección, del Ministerio de Industria, el gobierno ha adquirido ya un total de 45 hectáreas de terreno. El día 12 de julio, se firmó un acuerdo para llevar a cabo el proyecto entre la organización nacional de parques industriales, el Ministerio de Trabajo, el Fondo de Garantías para la Inversión en Cooperativas, la asociación confeccionista iraní y el Banco Tose’e Ta’Avon.

Además, está pidiendo a los representantes de marcas extranjeras que tienen presencia en Irán que busquen licenciados locales para producir allí al menos un 20% de los productos que importan y exportar después al menos la mitad de su producción en el país. De momento, empresas italianas, chinas, coreanas y turcas han mostrado ya interés por el proyecto. La iniciativa está destinada a aumentar la producción local, crear puestos de trabajo y modernizar la industria confeccionista doméstica, que está todavía anclada en el pasado. El gobierno considera que el sector confeccionista posee la mayor capacidad para crear puestos de trabajo entre todos los sectores manufactureros del país.

Irán, ciudad industrial confeccionista, Irantex, contrabando de indumentaria

Un sector atrasado y poco competitivo

Según estadísticas oficiales, actualmente el sector iraní de textil/confección cuenta con casi 10.000 unidades productivas, el 11% de todas las del país. Estas unidades cuentan con 290.000 puestos de trabajo directos, que suponen el 13% de todos los del sector industrial del país.

Irán posee una gran tradición textil, pero salvo el sector de alfombras, que sobrevive gracias a su tradición milenaria, los métodos manufactureros han quedado muy anticuados. Las empresas están sufriendo porque carecen de suficiente materia prima, son incapaces de hacer frente a los cambios tecnológicos y organizativos y están sufriendo la competencia de los proveedores asiáticos.

Un empresario iraní ha afirmado que el sector no cuenta con herramientas nuevas ni ha actualizado los métodos de confección, que las empresas occidentales han trasladado a otros países con mano de obra barata: la industria necesita una reestructuración total. Hoy el valor añadido se da en el diseño y en la marca. El objetivo no debe ser solo ofrecer prendas de calidad sino ofrecer diseño. El gobierno debe proporcionar incentivos para impulsar a los fabricantes a exportar sus productos a determinados mercados.

De hecho, la importación de equipamiento textil y confeccionista ha crecido bastante durante los 2 o 3 últimos años. Y dentro de pocos días, del 4 al 7 de septiembre, tendrá lugar en Teherán una nueva edición de Irantex, salón de maquinaria textil, donde habrá una buena representación de fabricantes internacionales, sobre todo alemanes e italianos.

La creación de parques industriales sería muy beneficiosa para el país porque permitiría la transferencia de know-how, aumentaría la calidad y reduciría los costes de producción.

Consumo medio familiar en indumentaria: 423 dólares anuales

De acuerdo con Combating Smuggling of Goods & Foreign Exchange, las prendas de confección es uno de los artículos más abundantes en el contrabando comercial que introduce ilegalmente productos en el país. Un organismo gubernamental considera que el 90% de las prendas extranjeras disponibles en el país han entrado ilegalmente en él. El gobierno está adoptando medidas para controlar esta situación –por ejemplo, prohibiendo las importaciones realizadas por particulares-, pero todavía está por ver su eficacia a medio y largo plazo.

De acuerdo con datos del Banco Central de Irán, la vestimenta supone un 4,5% del consumo medio de las familias del país, que supone unos 423 dólares, una cifra por debajo de la media mundial.

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