Jandro Villa, natural de Vigo (Galicia),  de  28 años y con una formación en escuelas de Pontevedra y Finlandia, es el ganador del la XXIIIª edición del  Premio Nacional a la Moda para Jóvenes Diseñadores, que organiza la Asociación de Nuevos y Jóvenes Diseñadores (ANDE) y que se celebró la noche del pasado jueves en la Telefónica Flagship Store, en la Gran Vía madrileña.
 
Su colección Madia Leva mezcla la iconografía de la Galicia profunda,  de escritores como Rosalía de Castro o Castelao, con la cultura clásica nórdica, a través de materiales encontrados en cuarteles militares fineses. La propuesta que Jandro ha presentado en este concurso anual se caracterizada por la superposición de piezas, mezcla de materiales y un juego en colores neutros donde priman los cortes geométricos y el patronaje de sastrería confrontado con la modistería clásica. Los materiales empleados como la sarga de algodón, el paño de lana, el tergal, entretela vuelta, el oxford y el punto de red, ofrecen una gama cromática reducida a grises y blanco sucio favoreciendo estilismos cerrados, mudos, sin ornamento. Se trata de una colección heterogénea donde lo único que unifica el todo es el color o la ausencia de él.
 
El desfile ha sorprendido no sólo a los miembros del jurado si no a todos los asistentes. Cada modelo en un determinado punto del recorrido daba una palmada de harina, un punto de performance dentro de la colección. “La harina funciona como un elemento más de la colección”, afirma Jandro Villa. “No esperaba ganar, mi objetivo era presentar lo que hago y conocer diseñadores jóvenes como yo de otras comunidades, tener una experiencia más en mi micro-mundo de la moda”, explica.
 
Tras el desfile de los catorce diseñadores candidato, tuvo lugar una degustación de vino de la Bodega Copaboca, Rueda D.O. Castilla y León, así como un cóctel que sirvió para que todos los diseñadores y asistentes pudieran intercambiar opiniones y generar una  red de contactos de forma  amena y distendida.
 
Laura Victoria, presidenta de ANDE, destacó que era la primera vez que el jurado por mayoría absoluta eligía la colección ganadora y apuntó que “cada año las colecciones presentadas consiguen cotas más altas de calidad y profesionalidad, así como innovación y creatividad no sólo en las piezas de ropa sino también en los complementos y su puesta en escena”.