La admisión de la demanda de Karl Mayer demuestra el valor de la I+D y gana mayor seguridad para su futura actividad comercial en todo el mundo.
El grupo Karl Mayer ha conseguido una importante victoria en la lucha contra la piratería industrial en China.
Hace años, la compañía denunció una infracción de patente por parte de su competidor Fujian Xin Gang Textile Machinery. Tras varios años de litigio, su demanda ha sido admitida por las autoridades chinas.
En noviembre de 2011 había logrado en China una patente para una innovación en las máquinas Tricot y Raschel. Se trata de un sistema para calentar el eje de la palanca portadora de esas máquinas. Esta solución permite que sus máquinas equipadas con barras de carbono compensen los cambios de temperatura ambiente.
El procedimiento comenzó en 2021 en Shanghai. Tras un recurso de apelación, en mayo de 2024 el Tribunal Supremo Popular de China dictó sentencia definitiva a favor del demandante, Karl Mayer. Por lo tanto, el otro fabricante chino debe dejar de fabricar, vender y publicitar máquinas con la solución técnica objeto del litigio. La decisión del tribunal también proporciona a Mayer seguridad en sus futuras actividades comerciales en el mercado chino.
Las soluciones centradas en la tecnología del carbono contribuyen a aumentar significativamente el rendimiento de las máquinas. Son el resultado de un extenso trabajo de desarrollo. Como proveedor de tecnología textil, Karl Mayer destina el 18% de su facturación a I+D e inversiones. Sus centros de I+D en todo el mundo generan productos, servicios e innovaciones que mueven el mundo textil y ayudan a sus clientes a tener éxito.
Zhen Kong, director general de Karl Mayer en China, ha comentado: «La sentencia muestra que China está fortaleciendo la seguridad jurídica de las empresas. Este es un mensaje importante, especialmente para las empresas -como la nuestra- que se centran en el progreso y en el desarrollo de innovaciones«.
Una historia de crecimiento y de I+D
El grupo Karl Mayer –fundado en 1937– desarrolla y fabrica maquinaria para los sectores de tejido de punto, textiles técnicos y preparación de urdimbre. Pronto se especializó en la producción de máquinas de tejer por urdimbre y de máquinas Raschel. En 1950 amplió su actividad para incluir la producción de sistemas de preparación de urdimbre para tejer. Más tarde, en 1990, había fabricado ya 75.000 máquinas para tejer y preparar urdimbres en todo el mundo. En 2008, adquirió la división de preparación de tejidos de Benninger.
En 2014, la empresa adquirió Liba Maschinenfabrik que también fabricaba máquinas de tejer y urdir. Tres años más tarde, fundó KM.ON, una empresa de software para desarrollar productos digitales. En febrero de 2020 firmó un contrato para adquirir el Grupo Stoll, de maquinaria para punto. Alrededor del 90% de las ventas proceden de su exportación fuera de Alemania. Además de Europa Occidental, sus mercados más importantes son Asia, América del Sur y Oriente Medio. Expone habitualmente en los principales salones mundiales de tecnología textil.
Para más información: https://www.karlmayergroup.com/en/