El debate de las tallas y de las modelos ultra delgadas volvió fue protagonista en la pasada edición de la Pasarela Cibeles. La fuerte presión que ejercieron las asociaciones que luchan contra la anorexia y la bulimia desde el pasado mes de febrero repercutió en la decisión de la organización de medir y pesar a todas las modelos y dejar sólo desfilar a las que cumplían con unas medidas mínimas. Esto provocó el aplauso de muchos, pero también la decepción de las modelos desestimadas, muchas de ellas internacionales, y la resignación de los diseñadores, muchos de los cuales se quejaron de la poca profesionalidad de algunas de las admitidas. El caso es que todo este revuelo y polémica ha servido para bien poco, porque apenas se ha hablado de las colecciones y porque ni tan siquiera ha puesto de relieve la necesidad de la industria de homologar de una vez las tallas en España.Las colecciones, en tres pinceladasEl excelenteAntonio Pernas ha tomado los siempre recurrentes años 60 como punto de partida para una colección de gabardinas cortas en vinilo o plástico, apuntes metalizados y dorados, los botones XXL y los colores fuertes y vibrantes. Guiños sesenteros también en Miguel Palacio, que traza un lujo discreto, un clásico de sobrio patrón sobre el que destacan botones y lazos XXL. Verano también fresco y colorista es el de Ágatha Ruiz de la Prada, en aires marineros y tejidos frescos, faldas voluminosas para ellas, piratas cortos para ellos.Devota & Lomba hace una excepcional investigación sobre el patrón clásico, un juego de posibilidades de corte y estructura, en una colección sobria en color, pero rica en mezclas y contrastes. Los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz, los Ailanto, tampoco dejan de sorprender. En esta ocasión con una propuesta que bebe de las vanguardias, de aire art decó e inspiración novelística, en concreto, según ellos mismos explican, de los libros de Ágatha Christie.Quien también ha realizado un excelente trabajo ha sido Duyos al subrayar el carácter lujoso y sofisticado de la prenda deportiva. La náutica, el tenis o el golf no son sólo para jugar. Lydia Delgado se encarga de mezclar siluetas y consigue en su empeño un resultado equilibrado: apuntes sesenteros, ochenteros y guiños imperiales, en una colección en la que domina el negro, el crudo y el rosa palo. La austeridad toma las propuestas de Antonio Alvarado, líneas limpias en una colección femenina y funcional, de vestidos cortos y trapezoidales.

Á.R. de la PradaAilantoA. ArzuagaA. PernasDevota&LombaDavidelfín
DuyosJesús del PozoLydia DelgadoMiguel PalacioMiriam OcárizV&L
Genial es también la propuesta de Amaya Arzuaga, que retuerce la prenda en busca de nuevas formas. Así, toma las faldas globo y los pantalones pitillo y los retuerce, dándoles así dinamismo y, en ocasiones, movimiento controlado. La forma y la estructura son sólidas en una paleta sobria, en negro, azul marino, maquillaje y beige. También recogió merecidos aplausos la nueva colección de Victorio & Lucchino, más depurada y limpia de detalles que en otras ocasiones, pero conservando el carácter andaluz y exhuberante de los diseñadores. Sport chic y safari africano en hombre, romanticismo en mujer.Jesús del Pozo sigue sorprendiendo con su trabajo sobre la sencillez y las líneas definidas. Juega con las geometrías y busca la riqueza en el mismo tejido. Una gama de acuarelados invita a soñar con el mar. Davidelfín, por su parte, traza un verano sereno, marinero, algo retro, pero sin grandes pretensiones, de muchos básicos. Míriam Ocáriz trabaja estructuras y define siluetas en su ya habitual trazo, algo fragil, naïf y fantasioso, en tejidos elásticos, drapeados y fruncidos.Sergio Pastor e Ismael Alcaina, alma de Spastor, aterrizan de nuevo en la Pasarela Cibeles con un hombre de talle italiano, en sastre de seda, aire retro y algo romántico, en negro, blanco, marrón y azul. Locking Shocking, por su parte, se adentran en un universo de volúmenes, en busca de nuevas estructuras y movimiento. Construyen prendas a partir de cortes y mezclas de tejidos y estampados en busca del contraste. India toma el baño de Andrés Sardá, vegetación frondosa, azules turquesas, metales, rojos intensos, corales, malvas… tejidos vaporosos en accesorios y de acabados brillantes en baño, incluso con apuntes dorados. Pura seducción es también José Miró. El diseñador mallorquín presenta una colección sofisticada, en la que el mar, la arena y la tonalidad cobriza del sol dejan su huella. Experimentación de formas con cortes y cuerdas, uso de tejidos rústicos para acentuar autenticidad y, como colofón, una línea de noche de auténtica diosa, con aplicaciones doradas y larguísimas plumas.También sorprendente Carlos Díez, con su punto de irreverencia. Aceptamos sus extravagancias porque las defiende con su control del corte y de la estructura, por su capacidad de construir y de definir. Para el próximo verano aires sport en ácidos vibrantes y inspiración india en tonos saturados, prendas ligeras con efectos técnicos o de aspecto natural en el blanco intenso.La cordobesa Juana Martín se mueve entre el excelente y el aprobado con una colección en la que encontramos prendas realmente geniales, en la que se ve un trabajo de abstracción y conceptualización de la moda flamenca, junto a otras más simples o recurrentes. De todos modos, aplaudimos su labor pionera y necesaria de rejuvenecer el traje de flamenca.Aires románticos, art noveau y apuntes exóticos en la colección ultra femenina de María Lafuente, de quien observamos una buena evolución. Encajes, ovillos y tejidos vaporosos en busca de autenticidad en la seducción.
Andrés SardáA. AlvaradoCarlos DíezJosé MiróLocking ShockingJuana Martín
M. LafuenteSpastorA. SchlesserE. BerhanyerF. MontesinosJ. Larrainzar
El aprobadoSerenidad marinera en Ángel Schlesser, que propone prendas relajadas en grises, blancos y crudos, rotos tan sólo por el azul oscuro o el rojo intenso. Tímido trabajo del corte y la forma e introducción de tejidos de aspecto técnico. El contrapunto de sofisticación lo pone Elio Berhanyer, en vestidos en apariencia clásicos y cotidianos, pero que transforma en prendas sofisticadas y de lujo.Lemoniez traza una primavera tardía, en la que las últimas notas del invierno invitan a un sastre sobrio y los primeros destellos cálidos del sol a blusas ligeras. Francis Montesinos, por su parte, recupera el hilo de la colección anterior y vuelve ha hacer hincapié en Valencia, en siluetas que recuerdan a la gente del campo y del mar de antaño.Italia ha sido el referente de Javier Larrainzar a la hora de trazar una colección sin muchas pretensiones, que abarca desde propuestas muy casual en algodón y gama de pasteles, hasta siluetas mucho más sofisticadas. Roberto Torreta revisa los sesenta y setenta en clave serena y relajada, con apuntes plásticos y metálicos y con el blanco y el negro como protagonistas.También se apunta a la revisión Alma Aguilar, sin atreverse en la interpretación o reinvención. Tejidos delicados, precisos para prendas que recuerdan los 40 y 50. Tampoco arriesga Carmen March, que propone una colección de patrón clásico en tejidos tapiceros, con algún que otro guiño a la imaginación, ya sea en alguna manga sobredimensionada, un minivestido globo en seda con bosillos, etc.Quien también reinventa los clásicos es Juanjo Oliva, quien busca en ellos nuevas fórmulas. Aires futuristas en una colección en la vemos cierta evolución y riesgo. Por último, Anke Schlöder, que toma como punto de partida la obra de la artista Pipilotti Rist. Deja a un lado sus propuestas siempre preciosistas, ricas y utra trabajadas, para una línea sobria, plana y aburrida.
R. TorrettaLemoniezAlma AguilarAnke SchlöderJuanjo OlivaCarmen March
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