Las chicas jóvenes y el encaje
Noyon quiso saber qué opinan del encaje las chicas de 18 a 25 años, las cuales son, precisamente, las que más dinero gastan en lencería. De hecho, ya había elaborado en el año 1999 un estudio acerca de la visión que tenían las mujeres de edades comprendidas entre 25 y 55 años sobre esta cuestión y los resultado obtenidos indicaron una percepción muy positiva: el encaje para ellas quería decir delicadeza, lujo, sofisticación y elegancia.Además, para dar una mayor fiabilidad a este nuevo estudio entre chicas de 18 a 25 años, Noyon ha realizado las entrevistas en 3 países diferentes: Inglaterra, Francia y España. En cada uno de ellos, la lencería es vista por este grupo de edad de manera diferente. Por ejemplo, en Francia, las chicas buscan el buen gusto, prefieren los colores neutros y pastel, que les ayuden a mejorar su aspecto, además de querer un íntimo acorde con la moda exterior, las inglesas piden libertad y un toque provocativo y, las españolas, elegancia, feminidad y sofisticación.
Perfil de la consumidoraTodas ellas, pero, dejaron entrever un elemento común: la comodidad: tejidos suaves, formas que sujeten pero que no aprieten, acabados perfectos… Y, a partir de aquí, Noyon determinó 3 tipos de consumidoras: La cándida: Busca la naturalidad (sobre todo francesas e inglesas), una lencería sencilla con los mínimos detalles, ya sean estampados, bordados o encajes. Optan por colores básicos –negros y blancos-, los neutros en invierno y los pasteles en verano.La exploradora: Siguen las tendencias de moda a rajatabla y exigen que el íntimo vaya acorde con la prenda de exterior. La invisibilidad de la lencería es uno de los factores clave, por lo que el tejido juega un papel importante, además de estampados y motivos decorativos sin relieve.La iniciada: Se encuentra sobre todo en España. Es la consumidora que ve la lencería como un elemento para realzar su feminidad. Escogen prendas más elaboradas, con tejidos buenos y encajes y, además, son las que están más predispuestas a gastar más dinero en íntimo.De todos modos, sea cual sea el perfil, otra de las actitudes comunes es que escogen lencería más sofisticada para ocasiones clave. |
Su visión del encajeNoyon preguntó a las chicas entrevistadas qué sabían acerca del encaje y, al contrario de las mujeres de entre 25 y 55 años, éstas mostraron poco conocimiento y aseguraron verlo como…- Un tejido excepcional: al mismo tiempo se percibe como algo pasado de moda, pero que realza la feminidad, de elaboración compleja y de diseño muy elaborado. Lo asocian con el pasado, con la lencería de la madre o de la abuela, y para ser usado en actos ceremoniales, como las bodas.- Entre romántico y provocativo: es algo delicado y caro, romántico, refinado y elegante, a la vez que seductor, sofisticado y lujoso. La idea de provocación es más común entre francesas e inglesas.- Como algo cotidiano: en este apartado solo coincidieron las del perfil de iniciadas, las otras aseguraron apreciarlo, pero en cuanto a usarlo, de manera escasa.- Entre modernidad y pudor: el estudio destaca que, para resultar atractivo a las jóvenes, el encaje debe deshacerse de su relación con las madres y las abuelas y presentarse como algo acorde con las tendencias de la moda. Además, el concepto de transparencia desborda por sus connotaciones sexuales y eróticas, sobre todo entre las inglesas y francesas.
Hábitos de consumoSegún el estudio de Noyon, son similares en los tres países: por impulso -son compras sin planear, casi nunca son porque lo que se compra haga falta o sea para una ocasión especial-, y con amigas -es lo más común, lo raro es que compren lencería acompañadas de la madre-.En general, prefieren también comprar piezas sueltas, que les resulta más económico que los conjuntos. Aquí la pieza clave es el sujetador: a partir de los que se tiene, de sus colores o sus formas, se buscan las braguitas.Además, estas chicas conocen muy bien su cuerpo y saben qué tipo de lencería les va a ir bien. En este aspecto, el sujetador vuelve a ser clave, pero por la dificultad de encontrar tallas adecuadas.En los tres países, las chicas de entre 18 y 25 años compran sobre todo en outlets económicos (por ejemplo: Women Secret en España, Etam en Francia y La Senza en Inglaterra). También acostumbran a comprar lencería en centros comerciales, hipermercados o en mercadillos. Las tiendas especializadas son para ellas más inasequibles. Es además una consumidora que no es fiel a una marca ni a un comercio en particular, aunque señalan que en el futuro, cuando tengan mayor poder adquisitivo, gastarán más en lencería.Y, en general, aseguran estar satisfechas con lo comprado en cuanto a tejidos, estilo y detalles. Tan sólo se quejan de que no hayan tallas estandarizadas entre las marcas. Y, en concreto, respecto al encaje, les gustaría que fuese más cómodo. |
Descubriendo el encajeEl encaje se ha mantenido bastante al margen de las tendencias en moda y es a partir de ahora cuando debería ir de su mano para empezar a ser atractivo para las chicas jóvenes. Para ello, debería adaptarse más a la prenda de exterior, siendo más invisible y cómodo. También debería tomar los tejidos y los estampados en tendencia y cultivar el espíritu underwear/ outwear, cada vez más en boga. |
Para más información: NOYON Rue des Salines – BP 103 (62102) Calais Cedex – Francia Tel. +33. (0)3 21.46.79.00 Web: www.noyon-dentelle.com |