Según el artículo del rotativo neoyorquino, varios analistas indican que el precio que pide el diseñador francés es excesivo y sitúan el valor del negocio de Cardin alrededor de los 290 millones de dólares. Sin embargo, esa cifra sería tan sólo indicativa, ya que se carece de información sobre la situación financiera de la empresa.

Pierre Cardin, que asegura haber iniciado conversaciones con inversores ingleses, estadounidenses y chinos, explica que él mismo no tiene una idea clara de las ventas de su compañía, que opera mediante un sistema de licencias con unos 400 socios en todo el mundo.

Cardin, que trabajó con Christian Dior a finales de los años cuarenta, abrió en 1950 su propio taller en París y obtuvo un gran éxito en esa década con sus diseños de corte futurista. En la década de los 60, impulsó su negocio a través  del sistema de licencia para una marca, y hoy en día su firma continúa comercializando desde ropa hasta muebles, pasando por perfumes, relojes y todo tipo de complementos.