Soloio: firma de moda masculina de edición limitada Made in Italy
Soloio organizó un evento el pasado miércoles 23 de mayo para celebrar el primer aniversario de su tienda en Barcelona. El equipo de Pinker Moda pudo hablar con Alejandra Brizio y Fernando Durbán, fundadores de la marca.
29.05.2018.- Ubicada en la calle Rambla Catalunya número 109, en el emblemático edificio de la antigua mercería La Selecta, la firma de moda y complementos masculinos ha cumplido ya su primer aniversario en Barcelona.
Durante la mañana previa al evento, el equipo de Pinker Moda tuvimos la oportunidad de mantener una distendida charla con Alejandra Brizio -cofundadora y directora creativa de Soloio- y Fernando Durbán -cofundador director financiero y de expansión de la firma-. Durante la conversación, los fundadores destacaron los rasgos más distintivos de su marca y el crecimiento que ha experimentado desde que la crearon en 2005.
De corbatas a complementos y moda
El embrión de Soloio fue una firma afincada en Milano, creada por los propios Fernando y Alejandra, que se dedicaba básicamente a la fabricación y venta de corbatas (suponía el 84% de sus ventas). Cuando sus propietarios se dieron cuenta de que no podían basar su negocio exclusivamente en este tipo de artículos, decidieron diversificar la oferta y trabajar también con otros complementos y moda masculina. Así nació Soloio, una firma para hombres que, según Alejandra “se caracteriza por ser Made in Italy y trabajar con colecciones de edición limitada, lo que dota a los artículos de una exclusividad muy valorada entre los clientes”.
La esencia de Soloio
Las prendas y complementos de Soloio no dejan indiferente: los estampados son atrevidos y vistosos, los colores llamativos y las materias primas de calidad. Y es que, tal como aseguró Alejandra durante la entrevista, “la libertad conduce a la creatividad y la creatividad nos motiva a usar nuestra vestimenta como expresión artística cotidiana. Tenemos la necesidad de expresarnos”.
Alejandra puso como ejemplo su gran innovación en baño y nos enseñó un bañador estampado con un dibujo naturalista de un artista austríaco del S.XIX. “Destaca el encaje perfecto de los dibujos, que deben elaborarse en cuatro cuadros para que casen las cuatro partes del estampado”. Otras de sus innovaciones son el Jacquard estampado de Garza (primero en corbatas y luego en camisetas y chalecos) y las corbatas de piqué de algodón.
Esta voluntad de lograr que sus clientes se expresen a través de su indumentaria ha llevado a Soloio a trabajar con ediciones limitadas; algo muy valorado entre los consumidores que, a la vez, ha creado algún conflicto cuando un producto se agota y los compradores siguen demandándolo.
El perfil del cliente
Los fundadores de la firma nos explicaron que “el consumidor italiano está más evolucionado que el español. Entiende más de calidades, de tejidos…” A pesar de todo, destacaron el hecho de que “los españoles han evolucionado mucho en los últimos años: el hombre se ha vuelto sofisticado y consume complementos que antes eran impensables”. Además, aseguraron que “aunque existen prejuicios sobre el consumidor de cada ciudad, actualmente se está generalizando y uniformizando el consumo”.
“Un dato curioso es que, a pesar de que las prendas y complementos son muy llamativos, nuestros clientes son generalmente hombres que usan tallas grandes y de edades más bien avanzadas”. Así habló Alejandra sobre el perfil de sus compradores. Además, aprovechó para destacar que “en cinco años se ha vivido un gran cambio hacia los estampados, los colores llamativos, los complementos…”; una opinión compartida por Fernando, quien aseguró que “ahora es habitual ver a hombres de perfiles muy distintos probándose un foulard, algo que tiempo atrás llamaba la atención”.
Otro dato interesante es el que apuntó Alejandra: “actualmente ha bajado el porcentaje de mujeres que compran para hombres. Se sitúa en un 35/40% mientras años atrás había superado el 60%”. Así pues, hablamos de un comprador masculino más atrevido y autosuficiente que usa la moda para expresar su identidad. “Los complementos son una forma de expresión. A través de ellos los hombres se atreven a salir del armario”, añadió Fernando.
“Practicidad, comodidad y responsabilidad”
En palabras de Alejandra Brizio, “la moda masculina, igual que lo ha hecho la femenina con anterioridad, evoluciona hacia una mayor practicidad, comodidad y responsabilidad”. Como consecuencia, “los consumidores no quieren renunciar a la calidad pero se sienten mal gastando mucho dinero en una prenda de ropa”. Así pues, Soloio encaja en este nuevo contexto, ya que se presenta como una “firma de lujo asequible” (las corbatas cuestan alrededor de los 40 euros).
Producción limitada, de proximidad y artesanal
En Soloio “la confección es europea” y las materias primas proceden de “la región italiana de Como en el caso de la seda; el algodón es orgánico y llega de Portugal; el lino también italiano…”. Alejandra asegura que los materiales son orgánicos pero que, a pesar de todo, no tienen ninguna certificación que lo acredite ni usan este atributo como gancho a la hora de presentar sus colecciones.
La firma trabaja con proveedores muy pequeños, que realizan labores artesanales, a los que conocen desde los orígenes de la marca. Fernando explicó que “a veces esto puede suponer un problema, ya que no tienen gran capacidad de producción. Esta situación se puede remediar adelantando las comandas; por ejemplo, trabajar la colección de bañadores en marzo”.
Otro rasgo característico de la firma es que, como funciona con ediciones limitadas siempre trabajan sin stock y, según Alejandra, “nos acabamos quedando cortos”. Esto enfada a los clientes en alguna ocasión, pero es también uno de los valores diferenciales de Soloio: “nuestros clientes saben que llevan algo único”. Este tipo de colecciones limitadas (por ejemplo de cada corbata se producen solo entre 19 y 24 unidades por modelo y color) complica también la venta online; “un canal muy activo que sigue creciendo”.
En palabras de Alejandra, “el hecho de tener la web actualizada con fotografías de todos los artículos es complicado, ya que hay una gran rotación”. Esto hace que deban disponer de un fotógrafo trabajando para ellos todo el día para poder mantener la web actualizada, así como de un diseñador afincado en Madrid lanzando propuestas a diario.
El crecimiento de Soloio
En cinco años Soloio ha crecido mucho y ha hecho grandes inversiones, siempre procedentes de los fondos generados por la propia empresa ya que “no tenemos socios, ni queremos”. Su estrategia empresarial se basa en los puntos de venta propios, ubicados siempre en calles y centros comerciales de alto standing.
“No queremos lidiar con minoristas ni estar presentes en tiendas multimarca; en gran parte por la dificultad que implicaría gestionar la situación (ya difícil de por sí) con producciones limitadas”. Así pues, para llegar a sus clientes, Soloio utiliza sus propias tiendas; ubicadas en sitios muy estratégicos y rodeadas de firmas de alto nivel. “Otros aspectos que atraen al cliente son, por supuesto, el diseño y la exclusividad”.
La firma creció mucho durante la crisis, ya que produce y comercializa productos exclusivos. En Colombia, por ejemplo, sus precios son muy altos pero sus clientes son conscientes de que compran calidad y exclusividad (los fundadores de la firma comparan sus precios con los de Ferragamo). En España, en cambio, el precio no refleja la calidad ya que es “demasiado barato”.
El 25% de su facturación total procede de Sudamérica. “Soloio funciona muy bien en Colombia, ya que por el hecho de ser Europeos estamos muy bien reputados”, explicó Fernando. “En Cartagena de Indias sale muy bien el baño, de hecho tenemos una colección llamada Soloio Mare con artículos de lino, frescos, bañadores… que estamos pensando en lanzar también en otros países y regiones cálidas”, añadió el fundador.
Actualmente en Soloio están trabajando en el “rebranding” de la firma con el objetivo de potenciar el Made in Italy y profesionalizar la marca.
+Info: www.soloio.com