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Guía de Formación

Últimas novedades en trazabilidad textil: las repasamos para usted


04/04/2023

La trazabilidad textil constituye una herramienta necesaria para confirmar los avances del sector de la moda en sostenibilidad

Debido al creciente énfasis en la sostenibilidad, van naciendo nuevas herramientas de trazabilidad para poder verificar los procesos usados y los atributos que las marcas atribuyen a sus artículos, desde las materias primas hasta los artículos finales. Aunque los consumidores se guían sobre todo por el precio de los productos, muchos también se interesan por conocer su retrato. Pinker Moda incluye una sección sobre sostenibilidad en la que hemos informado sobre muchas de las iniciativas en este terreno.

¿Cómo pueden los distribuidores y los consumidores finales saber si es cierto lo que las marcas pregonan sobre sus productos, especialmente sobre su impacto ambiental y social? No es nada fácil porque la cadena de valor textil cuenta con muchos eslabones. Las diferencias entre las empresas y sus países se deben muchas veces a diferencias culturales que dificultan la estandarización de los datos.

Además, resulta bien conocido el fenómeno del greenwashing. A menudo las empresas hacen afirmaciones que no corresponden a la realidad, o que corresponden solo a una parte de ella.

Trazabilidad, sostenibilidad
El algodón, una de las fibras naturales donde la trazabilidad ha avanzado más

Trazabilidad de las fibras naturales

Vamos a comenzar por las fibras, el eslabón que define ya en buena parte el carácter de un artículo final, especialmente su sostenibilidad. Dos ejemplos importantes son las fibras celulósicas y las fibras algodoneras, que se producen en todo el mundo. Muchas veces sus productores están obligados a maximizar la producción y el beneficio, a costa del medio ambiente. La agricultura regenerativa –que prescinde en buena parte de los productos químicos- ha comenzado a poner las cosas en su sitio.

La británica Materra ya ha puesto su grano de arena conectando las demandas de sostenibilidad de las marcas y de sus consumidores con los agricultores que producen su materia prima. Su tecnología se basa en el análisis isotópico de la materia prima y de su tratamiento, algodón, por ejemplo.

El análisis isotópico es usado también por Oritain, que está al servicio del sector lanero y del algodonero. Su tecnología detecta los rasgos de la materia prima (composición del suelo, clima, altitud, régimen de lluvias, etc.), que permiten saber exactamente de dónde procede. Actualmente ha identificado ya el 90% de la producción mundial de algodón.

Trazabilidad y circularidad de las fibras sintéticas

La industria textil trabaja sobre todo con fibras sintéticas, especialmente poliéster, que es ideal para prendas de exterior. Su producción alcanzará los 100 millones de toneladas en 2030. En buena parte acaban en vertederos porque encontrarles un sustituto sostenible es casi imposible por ahora. La trazabilidad también es importante para estas fibras, por ejemplo para saber que el poliéster reciclado es realmente reciclado.

Incluso Patagonia, que es una de las marcas más responsables del mercado, no ha conseguido prescindir de él. Como máximo, espera trabajar solo con poliéster reciclado en 2025.

Patagonia controla muy cerca sus materias primas. Ahora se propone presentar una colección de camisetas realizadas con camisetas usadas, de Patagonia o de otras marcas. La empresa mexicana Vertical Knits controlará todo el proceso.

Trazabilidad de la cadena de valor textil

trazabilidad, sostenibilidad
La trazabilidad debe llegar hasta la confección (en lafoto, un labortatorio de Hugo Boss)

Las herramientas de trazabilidad suelen usarse, para empezar, en el proceso de hilatura. Usan sobre todo códigos de barras o códigos QR, que se integran en el producto textil. Su información está conectada con bases de datos, que construyen su historial completo. Pueden informar sobre el origen de la materia prima, el proceso que haya sufrido, los químicos añadidos, etc.

Entre las empresas que ofrecen sus servicios destacan la alemana circular.fashion y la plataforma Everledger. La primera es una plataforma que permite un flujo transparente de información entre proveedores de materias primas, marcas, clientes finales y recicladores. Everledger, en cambio, trabaja en la seguridad de los datos a través de blockchain.

Otra tecnología muy difundida es la de los marcadores moleculares que se pueden integrar en el textil y que son únicos para cada empresa. Los marcadores son indelebles y proporcionan información precisa sobre el origen de las fibras. Entre las empresas que usan esta tecnología están CertainT, Haelixa y Birla Cellulose.

Otro grupo de marcadores está formado por pigmentos y nanopartículas, que pueden leerse con un scanner manual. Entre las empresas que los proponen están Wearaware, Tailorlux, FibreTrace e InCode Technologies. Su información para integrarse en una base de datos en cualquier momento de la cadena de valor.

El control de los datos

Todas las iniciativas que hemos repasado hasta ahora son solo tan eficaces como las inspecciones que deben sufrir las empresas para evitar engaños.

La primera información necesaria es el tipo de fibra usado en cada partida. La siguiente es quizás el gasto energético y de agua de la empresa fabricante. Y una tercera sería su gestión de los residuos que inevitablemente produce la hilatura.

Cuando la materia prima llega a la tejeduría aparecen nuevos parámetros a vigilar, que determinan el nivel de sostenibilidad de la empresa. A nivel confeccionista, por último, hará falta conocer la planificación de la producción, de la costura, del acabado de las prendas, etc.

Para ser útiles, los datos del sector deben estar estandarizados y ser verificados por terceras partes. Para ello, hace falta mayor cooperación entre las empresas, los gobiernos y las instituciones internacionales, que deben habilitar sistemas fiables de almacenamiento de los datos.

Esto topa con el problema de las diferencias entre las regulaciones de cada país, que deberían coincidir en instituciones trasnacionales. Como las instituciones políticas no están por la labor, la responsabilidad recae sobre todo sobre las grandes multinacionales del sector textil, las únicas que poseen los medios necesarios y que tienen interés en la existencia de un sistema fiable de trazabilidad. Las empresas más pequeñas suelen quejarse de la posible manipulación de los datos por parte de los gigantes del sector.

+Info: https://pinkermoda.com/

04.04.2023