Las empresas que participaron en esta misión, que tuvo el apoyo de la oficina italiana de comercio exterior, mantuvieron una serie de contactos profesionales en Ashgabat, la capital de Turkmenistán, y Tashkent, la de Uzbekistán. También organizaron un seminario sobre tecnología justo antes de los encuentros.“En el despertar de la crisis de estos últimos años, el sector de la maquinaria textil está buscando nuevos escenarios geográficos”, explica el presidente de ACIMIT, Sandro Salmoiraghi, que encabezó la misión comercial. Asegura que, si bien China, India, Turquía y Brasil son los países con mayor capacidad para absorver la producción de maquinaria textil en el futuro, ven necesitario buscar nuevas oportunidades de negocio en aquellos mercados donde se está derivando la producción textil.Uzbekistán cuenta con una antigua tradición en el trabajo de materia prima y es el sexto mayor productor de algodón del mundo. En los últimos años, ha puesto en marcha una profunda reestructuración de su sector textil para la industria transformadora de la materia prima, construyendo complejos industriales, gracias sobre todo a la inversión extranjera. La exportación italiana de maquinaria textil a este país en 2009 alcanzó los 4,2 millones de euros.Por su parte, Turkmenistán está invirtiendo para introducir su industria textil en mercados internacionales y está buscando partners entre los principales proveedores globales de maquinaria textil. Ejemplo de su esfuerzo es que en 2009, a pesar de la crisis, las exportaciones de maquinaria textil italiana ascendieron a 36 millones de euros, dos millones más que en el año anterior. Hoy por hoy, Turkmenistán es el sexto mercado para la maquinaria textil italiana.Salmoiraghi explica que para ser competitivo a nivel global en la industria textil se requiere contar con la última tecnología y, en este sentido, señala que el objetivo de esta misión comercial es el de crear un contexto favorable para generar negocio entre su industria y la de los dos países que visitaron.Su propósito ha sido mostrar su tecnología a los empresarios locales, así como establecer contactos con las instituciones gubernamentales locales, como con el Ministro de la Industria Textil de Turkmenistán, Aynabat Babayeva, y otros órganos claves en la decisión y desarrollo de las estrategias industriales.