Acuerdo de impulsión
Es la hora de la sobriedad, la sensibilidad y la profundidad. Es la hora de desbanalizar la moda.La temporada trae aires renovados, estrategias positivas y procesos desintoxicantes. La moda reencuentra un equilibrio que se basa en una sobriedad enriquecida con valores eternos. La rebaja de la calidad de los productos de la moda hasta el nivel al que se ha llegado estos últimos años nos conduce a la muerte y a una cultura que se autodestruye, a una sociedad que banaliza sus ideas, su espíritu y sus valores. No podemos permitir que nuestra sociedad continúe sufriendo esta verdadera enfermedad, fruto de la falta de autoestima.Tras estos últimos años en los que todo el sector textil de la moda se dirigía hacia productos rápidos y atomizados a fin de sobreestimular un mercado ansioso y todavía sensible y con capacidad de reacción a este tipo de provocaciones, somos muy optimistas al apreciar una nueva conciencia que aflora tras esta recesión. Un verdadero deseo de serenidad, de encontrar nuestro modo de consumir y nuestro equilibrio personal, de reencontrar el valor de dar con los productos que cubran nuestras necesidades más coherentes con nosotros mismos y con nuestro entorno.Del mismo modo, hemos constatado que la falta de carácter estacional de las propuestas de moda es mucho menos dogmática y cerrada que en el pasado. Nos hemos dado cuenta de que el espíritu del invierno y el del verano dialogan constantemente y nos llevan a pensar en la integración del hemisferio sur a esta antigua globalización y en la movilidad extrema de los consumidores en su realidad cotidiana.La ciudad y estos valores infranqueables caen y dan paso a opciones más rurales. La ropa puramente de negocios (fría, inexpresiva y monótona) se enriquece de valores un tanto más relajados, distendidos, cálidos y receptivos. Los elementos sensuales relacionados con el tacto son cada vez más indispensables y nos acercan a una sensibilidad más femenina, voluptuosa y abierta al contacto físico.En esta línea de más/menos y a largo plazo hemos construido nuestra gama de artículos. Como una serie de pequeñas historias de base incluidas en paréntesis envolventes que determinan actitudes y voluntades de sensibilización humanista, abiertas también a la empatía y a la colaboración sin perder su propia autenticidad. Pequeñas trayectorias simples, fáciles y comprensibles que nos acercan a lo esencial y que, a la vez, se atreven a salir en busca de la utopía y la fantasía necesarias y estimulantes. Coloridos silenciosos, circunspectos y tranquilizadores, propios de un invierno que se aleja de lo efímero, de la frivolidad y de los fuegos de artificio. Sensuales y serios.A modo transversal, nos hemos dado cuenta que el carácter no estacional de los productos nos lleva a integrar gamas de colores honestos, simples y fáciles, más propios del verano que del invierno, que conforman una energía que incide en las mini gamas, seduciéndolas, sorprendiéndolas y nutriéndolas.Objetivos a considerar– Valorar lo Eterno. Gama de blanco tiza, cemento pulido, amarillo manzanilla, tonalidades claras que pueden ofrecer visiones mates, y tímidos colores neutros. Aspectos cristalizados, heterogéneos, matéricos y en ocasiones fluidos.- Apoyarse en la Modestia. La seducción nace de la sensualidad, la austeridad y la vibración de tonalidades oscuras. El negro de un futurismo brutal y rudo armoniza con sepia y tonos metálicos.- Venerar lo Natural. El reciclaje natural. Verdes fríos, agrisados, fibrosos, oscuros, extraídos de piedras cubiertas de musgo y algas marinas. Reciclaje y recuperación. La belleza de lo espontáneo.- Aceptar los Instintos. Pieles, materias vegetales brutas y originales. Las gamas rojizas, las tonalidades naturales de las pieles de los animales, alpaca, camel rosado, manchas de cebra, gallina rojiza, ante.- Perseguir la Utopía. Después de estas últimas temporadas en las que la angustia y la tristeza han hecho mella, fruto del cambio del paradigma que estamos viviendo, nos quedarán cicatrices que tendrán que curarse. Esta falta de confianza que ha dejado emociones que deberán comprenderse y asumirse para poder evolucionar. Los rojos y el granate serán testigos de esta reencarnación.- Considerar la Rebeldía. El azul de los pioneros, los azules solidarios, los azules de los trabajadores. La belleza se inspira en la funcionalidad, en los valores prácticos, los azules índigo, el azul de los uniformes de trabajo, el azul de las lanas y también el de las sedas.- Contactar con la Alegría. Energía de tonalidades intensas que nos recuerdan que la alegría puede modificarlo todo. Una luz complementaria que nutre los sedimentos neutralizados de la materia honesta. Un verdadero deseo de trabajar amando lo que se hace, con la certeza de que este espíritu será una sustancia adicional que devolverá a nuestra profesión un arte que dignifique al hombre. Coloridos de intención pura y emoción coherente, ondulaciones cromáticas entre algunos tonos primarios intensos, ácidos y fríos matizados con gris.Colorido– Aceptar los Instintos. Tres beiges primitivos que se inspiran en el pelo animal.- Apoyarse en la Modestia. Tres sepias inspiradosd en las piedras silenciosas y perdurables.- Valorar lo Eterno. Tres blanqueados: yeso, cemento y hueso.- Venerar lo Natural. Tres verdes fibrosos y sombrados: alga, usgo y líquen.- Considerar la Rebeldía. Tres azules pioneros y solidarios: índigo, azul agrisado y cobalto.- Seguir la Utopía. Tres rojos reencarnados: sangre seca, ciruela y palisandro.- Conectar con la Alegría. Seis vivos aleatorios, fáciles, vibratorios y empáticos.Los diferentes sectores dialogan entre sí para crear tejidos que superen limitaciones y dogmatismos. El universo del denim nos inspira. Los artículos laneros, sederos y de malla pierden su rigidez formal y se retrabajan con acabados y lavados respetuosamente manipulados para obtener un estilo menos formal e impecable. Las fantasías se dosifican y son discretas, sin ser aburridas ni monótonas. Su voluntad de diferenciación no es chocante ni extravagante.