Asegura estar realizando un análisis del mercado chino, donde asegura que su diseño podría funcionar “porque el color viene bien en todas partes”. Confiesa tener prisa por poner en marcha su negocio en China antes que la marca sea conocida y empiecen a copiarla. En caso de que esto ocurriese es de la opinión que “lo importante es que sepan a quien están copiando, que no vaya a suceder que cuando uno me esté copiando a mi, parezca que yo le estoy copiando a él”.Todavía no tiene ninguna estrategia definida para entrar en China, sólo es consciente que su aterrizaje no irá acompañado de una fuerte inversión en publicidad, sino que la marca se presentará por sí misma, “más con ingenio que con dinero”, explica. Afirma que es un país muy difícil, pero también el mercado más interesante del mundo y que es éste el momento de entrar.