Alber Elbaz -de nacionalidad israelí pero nacido en Casablanca- ha sido denominado el niño feliz de la moda por su carácter afable y generoso

27.04.2021.- El pasado sábado, 24 de abril, falleció en París, a la edad de 59 años, el diseñador Alber Elbaz, víctima del Covid-19. Había trabajado durante 14 años en Lanvin -desde 2001 hasta 2015-, que dejó de forma traumática, por desacuerdos con la entonces propietaria de la marca, Shaw-Lan Wang.

Aunque diseñaba prêt-à-porter para una de las casas de costura más antiguas de París, su discurso siempre fue democrático, divertido y accesible. Quizá por esto funcionó tan bien la colaboración que realizó con H&M en 2010. Ahora, tras varios años retirado de la moda, acababa de volver a este sector con AZ Factory, la marca que había creado con Richemont.

Vogue España ha ofrecido una semblanza biográfica, de la que tomamos algunos apuntes, junto con los procedentes de otras fuentes y con nuestras propias impresiones. Siempre nos ha recordado, por ejemplo, alguno de los personajes que aparecen en Casablanca, por su aspecto físico, por su humanidad y por su proximidad geográfica.

Alber Elbaz
Elbaz agradece los aplausos del público después de la presentación de la colección de Lanvin para primavera/verano de 2015, en París

Se había formado en el prestigioso Shenkar College of Design. Trabajó en varias casas de moda -como Guy Laroche e Yves Saint Laurent- antes de entrar en Lanvin, donde digirió las colecciones femeninas. A lo largo de más de una década convirtió a la Maison en un ejemplo de sofisticación y en un gran éxito de ventas. Para él, el vestido era el centro del guardarropa femenino: quiero ayudar a las mujeres, hacer que su vida sea mejor.

La época post-Lanvin de Alber Elbaz

En 2015 abandonó la dirección creativa de Lanvin por decisión de la accionista mayoritaria. A pesar de eso, con su permanente bonhomía, escribió: me gustaría expresar mi gratitud y buenos deseos a todos aquellos que han trabajado conmigo apasionadamente para revivir Lanvin durante los últimos 14 años. Quiero expresar mi afecto hacia mis maravillosos compañeros que me han acompañado en los talleres, y que apoyaron mi trabajo.

Volcado en la formación, Elbaz sintió que no iba a regresar a la moda jamás. Ya no quería dibujar, ni siquiera tocar las telas. Aunque me seguían gustando las mujeres y muchas me preguntaban cuándo iba a volver. Pero yo no quería. Empecé a dar clases magistrales en escuelas de diseño. Quería entender hacia dónde va ahora la moda. Desgraciadamente vivimos en un mundo en el que, si no tienes la talla S y 18 años, eres vieja. Y eso no lo comprendo.

Tras cuatro años de silencio como creador, en otoño de 2019 presentó una colaboración con la firma de calzado italiana Tod’s. En un desfile, lo más importante son los zapatos, el peinado de las modelos y la música. No la ropa. Los zapatos siempre han sido muy importantes para mí. Además, ahora puedo permitirme el lujo de hacer solo lo que quiero y con quién quiero.

El proyecto AZ Fashion

Poco después anunció su vuelta al mundo de la moda en alianza con Richemont. El objetivo era crear AZ Fashion, un proyecto basado en repensar los fundamentos de la industria. No vamos a hacer pre-colecciones, colecciones, post-colecciones… Queremos hacer cosas que sean más relevantes. Nuestra nueva empresa será una factoría de productores, costureras, directores creativos y creadoras de imágenes.

Su último desfile tuvo lugar en la pasarela francesa de la alta costura, donde mostró una colección que mezclaba la alegría del cocktail con siluetas athleisure, todo ello realizado con tejidos técnicos.

Su perfil discreto y poco mediático. Junto con su característica indumentaria, le convertían en una figura entrañable dentro del sector de la moda. No tengo ego. Así que cuando llegué a Yves Saint Laurent o Lanvin no dije: “todo lo que habéis hecho está mal, vamos a empezar desde cero”. Yo siempre mantengo una continuidad con el pasado, apuesto por la evolución de la marca porque hay un negocio detrás. No me refiero solo al dinero que tiene el propietario, sino a los cientos de familias que cobran una nómina cada mes. Esos son mis valores y mi educación.

Poco antes de su muerte, Vogue España publicó una de sus últimas entrevistas, en la que el modisto confesaba tener tres objetivos para después de la pandemia: compartir sus conocimientos con otros; trabajar como voluntario en un hospital, y estudiar, seguir aprendiendo. La vida es comprender las necesidades de los demás e intentar ayudarles, aseguraba con la empatía y la elocuencia que le caracterizaban.

Carismático y poco mediático

Alber Elbaz ha sido, en resumen, uno de los diseñadores de moda más carismáticos e influyentes -pero menos mediáticos- de los siglos XX y XXI. Elegido por Pierre Bergé como heredero natural de Yves Saint Laurent, pocos dudaban que era también un excelente candidato para suceder a Karl Lagerfeld en Chanel. En sus desfiles nunca faltaba ni el color ni la comida. Gracias a su enorme humanidad, los sitios en los que ha trabajado se parecían mucho a una familia. Tenía muchos amigos y él era amigo de muchas personas, que siempre podían contar con él.

Alber Elbaz ha vivido como diseñaba, con intensidad, exuberancia y una ligereza que escondía una gran complejidad. Ahora le han comenzado a llover elogios de todo el mundo. Su amiga Stella McCartney, por ejemplo, ha dicho de él: eras una luz única en el mundo. Y la propia AZ Factory ha escrito: nos hiciste soñar, nos hiciste pensar, y ahora tú has volado. Amor, confianza y respeto para siempre.

+ Info: https://pinkermoda.com/