Explica Ana en la nota de prensa de su colección p-v´09 que ésta se inspira en el invento de un tal Alexander Stepabonner Marcus: una máquina que, a base de hervir agua, genera un arco de calor que, bajo los principios de la termodinámica, marca el grado de éxito. La bautizó como Arco del Triunfo y este año se celebra el centenario de su invención.Pero la historia no termina aquí. Cuenta Ana que grandes modistos de principios de siglo pasado la utilizaron, véase Jeanne Lanvin, Jaques Fath, Jean Patou, Coco Chanel o Elsa Schiaparelli, entre otros. La máquina también tenía sus críticos, como el escritor, cronista y analista de moda de la época Alexis Tzonis, quien dice Ana que renombró al aparejo como Arco de la Hipocondría o Arco de la Histeria.La colección que ayer presentó Ana Locking lleva como título Arc d´Histerie y hace referencia a la teoría de Tzonis que decía que cualquier momento de gloria es la antesala del fracaso y que el miedo a perder tal instante no nos permite disrfutarlo. Y a todo ello vino a poner su grano de arena un científico, un tal Stanley Bitter, que aseguraba que la moda es tanto más grandiosa cuanto mayor es la simplicidad de sus premisas, más diferente el tipo de producto que relaciona la oferta y más extenso el rango de aplicabilidad al público adecuado.Leer esta historia antes de ver el desfile, le acelera el corazón a una. Hay expectación… y lo visto está a su altura. Igual ha conseguido cuadrar el círculo y ha dado con la fórmula, pero sin duda, su compleja simplicidad, su racionalismo poético y su anárquico rigor vienen a acentuar su autenticidad. Ni reinventa ni reinterpreta, sólo utiliza recursos, como los apuntes años 50, para un objetivo clave en la moda: contarnos una bonita historia.

Ana Locking

Otras sorpresasJuanjo Oliva evolucionó su costura, en un ensayo sobre las formas sobre blanco y beige, Jesús del Pozo, después de un arriesgado giro futurista, vuelve a lo suyo: serenidad y sofisticación, líneas limpias y fuerza en las caídas.Sorpresa, pero no para bien, fue la colección de Miriam Ocáriz, una continuidad de sus dos últimas temporadas. Sus estampados siguen gustando, pero no son suficiente. Elio Berhayer, a las puertas de una retrospectiva de su carrera que el Museo del Traje de Madrid presentará el próximo mes de octubre, se reafirma en lo que es: un modisto impecable, y nos deja claro a quien admira por encima de todos: Yves Saint Laurent.Flojas también las propuestas de Davidelfín y Miguel Palacio. El desfile del primero genera todo un torbellino en el recinto ferial, movimiento, nervios y expectación: viene Almodóvar y su séquito. No hay como tener contactos, porque luego, sobre la pasarela, pues más de lo mismo. Si no fuera por el elenco de celebridades locales que sienta en las primeras filas, la actuación de Davidelfín sería más bien discretita, como todo lo que aportan sus prendas a la moda.Por su parte, Miguel Palacio continúa con sus nudos, lazos y flores de las últimas temporadas. Y quien tampoco convenció fue Francis Montesinos con una colección confusa, sin hilo conductor ninguno, sin prendas sobresalientes, ni siquiera con estilismos efectistas.

Davidelfín
Elio Berhanyer
Francis Montesinos
Jesús del Pozo
Juanjo Oliva
Miriam Ocáriz
Miguel Palacio

Todos los defiles en CIBELES MADRID FASHION WEEK