Claves o-i´07-08 Para la moda femenina, señala una paleta de color calmada y oscura, en la que los neutros serenan y armonizan los acentos enérgicos. La gama azul-verde adquiere rasgos petróleo y gana intensidad los matices violeta-burdeos y los tonos rojo cálido. Se trata de una temporada en busca del equilibrio entre tradición y modernidad, de combinaciones sorprendentes en busca de un nuevo look y espacio para la individualidad. Los tejidos funcionales ganan protagonismo, así como el acabado y el confort.Y para la moda masculina, se trabaja la unión de tradición con técnica y funcionalidad. La paleta de color es serena y más oscura. Los neutros grisáceos y los tonos azulados pastel ayudan a crear contrastes claros. Los matices azul-verde adquieren también un tono petróleo y los tons teja-lila y el amarillo oro toman protagonismo.

50 años de TreviraEl hoy miembro del grupo indio Reliance nació en 1956, a pesar que su nombre y su actividad se remontan unos años antes. De su origen, la empresa recuerda todavía el curioso error lingüístico que dio pie a la marca: el director de la entonces fábrica de rayón en 1932 registró Trevira en homenaje al nombre en latín de la ciudad de Augsburg, que el creyó que era Augusta Treverorum, cuando en realidad es Augusta Vindelicorum. Con los años, se percataron del error y en 1956 otorgaron el nombre a su nueva fibra de poliéster.Fue hace 50 años cuando fueron capaces de desarrollar la primera fibra de poliéster continuas, que introducieron en el mercado alemán junto a Vereinigten Glanzstoff-Fabriken, que más tarde fue Enka. En su primer año de producción, alcanzaron las 5.000 toneladas y, hasta su reestructuración en 1996, se llegó a superar el millón de toneladas.Desde el principio encontró fue un éxito para el sector textil y todavía hoy sus propiedades no han sido superadas. El poliéster permite a los tejidos tener el tacto y la caída deseados, no se arruga tanto y, con la termofijación, consiguió que la raya del pantalón fuera permanente. Llegó la publicidad, los desfiles de moda y la colaboración con los grandes modistos. En los 70, con la crisis, Trevira afrontó la primera transformación del negocio y dirigió su actividad hacia fibras e hilos funcionales cada vez más especializados, y en lugar de la producción en masa, optó por pequeñas cantidades de alto valor.En los noventa vino una década de cambios de manos, de reestructuraciones, cierres de sedes y traslados. Pasó de ser uno de los más importantes proveedores de poliéster del mundo a un fabricante europeo de productos textiles especializados.