Bolt Threads ha recibido ya bastante capital y el interés inicial de marcas de moda, pero el salto a la etapa industrial exige más medios.

A finales de junio, Bolt Threads comunicó que había interrumpido su actividad en Mylo, su alternativa vegana al cuero, por falta de capacidad financiera. Bolt Threads, una start-up de éxito, pero con una estructura frágil, sufre los mismos problemas que otras iniciativas similares cuando quieren pasar de los ensayos a una escala industrial. La noticia sorprendió porque era conocido el espíritu pionero de Bolt y su habilidad para recaudar fondos.

a modelo sostiene un cuadrado negro de Mylo, una alternativa al cuero a base de champiñones fabricada por Bolt Threads, junto a imágenes de muestras del material.

Mylo, la alternativa al cuero a base de champiñones, había atraído aportaciones importantes de sus inversores y había llamado la atención de grandes marcas interesadas en sus progresos. La empresa, sin embargo, ha tenido dificultades para atraer nuevas inversiones que eran necesarias para seguir adelante.

Bolt Threads, Mylo, materiales textiles veganos

Si hubiera que juzgar el progreso de la moda sostenible contando las noticias sobre nuevos materiales de base biológica, el sector aprobaría con nota. Hemos visto información, por ejemplo, sobre seda de araña biofabricada, fibras de algas marinas fermentadas, otras alternativas al cuero a base de frutas, verduras y hongos y muchos más. Muy pocas de esas alternativas, sin embargo, consiguen superar la etapa de I+D y –como mucho- las producciones piloto. Los intentos de convertir conceptos rompedores en soluciones viables en el mercado están teniendo muchas dificultades.

Bolt empezó a despegar gracias a colaboraciones con Stella McCartney. Desde su fundación en 2009, la empresa ha recaudado al menos cinco rondas de financiación que suman más de 330 millones de dólares. Entre sus patrocinadores figura un consorcio de marcas asociadas, como Stella McCartney, Adidas, Lululemon y Kering, que se comprometieron a desarrollar productos con Mylo.

Pausa en la producción de Mylo

Bolt Threads ha achacado la pausa en la producción de Mylo a un clima macroeconómico desafiante que ha hecho cada vez más difícil asegurar el capital necesario para apoyar la ampliación de tecnologías emergentes. Dadas las convincentes marcas asociadas de Bolt y los más de 450 millones de dólares de capital invertido en materiales de nueva generación sólo en 2022, es probable que ésta no fuera la única razón.

El cuero existe desde hace miles de años y el curtido al cromo -una alternativa más rápida y barata que los métodos tradicionales que ayudó a desarrollar la producción de artículos de cuero a gran escala- se inventó hace más de un siglo. Desde entonces, se han invertido miles de millones de dólares en perfeccionar los procesos y reducir los costes. Aparte de estos avances, el material tiene propiedades (como su capacidad para mejorar con el paso del tiempo) que son muy difíciles de reproducir.

Además, aunque las pieles alternativas de origen vegetal pueden generar menos emisiones de carbono que la piel de vaca, la mayoría incluye polímeros sintéticos para añadirles resistencia y durabilidad. Mylo, por ejemplo, incluye plástico.

Bolt Threads, Mylo, materiales textiles veganos

Algunos de estos mismos elementos se aplican a otro material dominante en la moda: el poliéster. Introducido hace más de 75 años, su cadena de suministro también ha mejorado para ofrecer un suministro abundante y constante a bajo coste. Al mismo tiempo, años de I+D han creado que ofrecen características de rendimiento difíciles de igualar, como consistencia, disponibilidad, elasticidad, resistencia o control de la humedad.

Una financiación esquiva

Por otro lado, el proceso de sustituir los materiales existentes –como el poliéster- por otros nuevos puede ser técnicamente difícil y costoso. Además, los nuevos materiales deben someterse a procesos de aprobación, que son caros y largos. Para complicar más las cosas, no parece que los consumidores vayan a pagar más por la moda sostenible que por la convencional. Esto significa que la presión de los márgenes suele descartar las nuevas ideas. Como resultado, los innovadores se ven obligados a vender con pérdidas o se limitan a programas piloto, lo que obstaculiza los esfuerzos por demostrar la viabilidad de sus productos, ampliar la producción y reducir costes.

Hay muchas más empresas de capital riesgo que financian software que las que lo hacen para desarrollar nuevos materiales. Las razones son estructurales. Una vez que se inventa una solución informática, el coste marginal de cada venta es cercano a cero. En cambio, una vez inventado un nuevo material, los costes marginales de su producción y venta siguen siendo elevados. Sólo disminuyen con el aprendizaje y con la escala.

Al mismo tiempo, la creación de capacidad para producir nuevos materiales suele requerir considerables gastos de capital, que no resultan necesarios para el software. Aunque algunas empresas de moda, como H&M Group y Nike, invierten en nuevas soluciones respetuosas con el medio ambiente, su apoyo a las nuevas empresas es pequeño en relación con las necesidades.

+ Info: https://boltthreads.com/

03.08.2023