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Teresa Helbig frente su stand con el conseller Josep Huguet y Emili Valdero |
Sobre lo previsto. El proyecto de apoyo a la internacionalización a jóvenes creadores catalanes que impulsa la Generalitat de Catalunya empieza a cristalizar en París. Tras una primera edición de toma de contacto el pasado mes de octubre, el
Showroom Barcelona volvió a la galería Nikki Diana Marquardt del 1 al 5 de marzo con la esperanza de asentarse en París y todo indica que lo está consiguiendo ante el elevado nivel y la buena afluencia de compradores y prensa internacional. El secretario de Comercio,
Emili Valdero, recordó el compromiso del gobierno catalán de mantener la iniciativa, al menos hasta 2009, coincidiendo con el fin de la legislatura. Será entonces momento de hacer balance y comprobar si el volumen de negocio que genera el
Showroom Barcelona supera su inversión. Si es así, continuará, en caso contrario, desaparecerá. Por el momento, no se abandonará París y parece ser que han empezado a estudiar la opción Nueva York.Por el momento, reina el optimismo. En esta segunda edición, participaron cuatro diseñadores nuevos (
Gori de Palma,
Teresa Helbig,
Suzanne Hergenhahn y
Zazo & Brull) y, de cara al próximo octubre, se espera aumentar el número y se busca ya nuevo emplazamiento para albergarlos. De hecho, los creadores presentes están satisfechos de su presencia en el showroom y si dos de la primera edición no participaron en ésta fue por motivos concretos (
Josep Abril porque es hombre y estaba fuera de fechas y
Juan Pedro López, por problemas de producción).Entre las recientes incorporaciones, expectación por la aceptación de sus colecciones fuera de España. Entre los diez restantes, ganas de consolidar los contactos de la anterior edición y afianzar de nuevos. Algunos de ellos, no sólo estaban presentes en la galería Nikki Diana Marquardt, sino que participaban en otros de los showrooms que se celebran durante toda la semana en París, como es el caso de
Lucía Blanco,
Cecilia Sörensen o
Parnasse.El mismo conseller de Innovación, Universidad y Empresa,
Josep Huguet, promotor también de este proyecto en la anterior legislatura, afirmó que se tiene que ser perseverante. Desde el gobierno catalán se cree con firmeza en este proyecto que además, según recordó el conseller, le cuesta sólo un tercio de lo que antes desembolsaba para la
Pasarela Gaudí.El objetivo del Showroom, según subrayó
Huguet, es el de conseguir reforzar el tejido industrial en Catalunya a través de potenciar las exportaciones de un producto, en este caso el de jóvenes diseñadores, con alto valor añadido.
Los diseñadoresSe estrenaron
Gori de Palma, quien se estrenó en el colectivo de emergentes de la Pasarela Gaudí y ha conseguido un espacio en la Passarel·la Barcelona.
Gregorio Fernández, de Palma de Mallorca, trajo a París una colección aclamada por la prensa en la última Passarel·la Barcelona, menos transgresora que las anteriores, pero con detalles de calidad en los cortes de abrigos y blusas. Siempre en negro.La diseñadora de origen alemán
Suzanne Hergenhahn volvía a través del Showroom a primera línea tras una etapa de silencio. Se presentó en su día en el Circuit con una colección de punto, que sigue trabajando y desarrollando en un proyecto que recupera e impulsa casi de manera personal. Nuestra sorpresa fue
Teresa Helbig, una diseñadora que desde hace 15 años desarrolla su actividad en Barcelona y que ¡nos pasó desapercibida! Su trabajo roza la costura. Son prendas casi atemporales, de aire chic parisien, de tejidos exquisitos, y confección y acabados perfectos. El otro estreno fue el de
Zazo & Brull, tándem formado por
Clara Brull y
Xavier Zazo, a quien también habíamos visto en la desaparecida Pasarela Gaudí, donde destacaron por sus diseños estructurados, de construcción de prendas, juegos de texturas, etc. algo que en París nos extrañó no ver, pero en fin, quizá por ello titularon su colección como The metamorphosis of the fear, basada, como ellos mismos explican, en la idea de que nada es lo que parece.Exultantes por el éxito en el showroom estaba
Jose Castro, con stand y desfile, y
Mariana Méndez, cuyo concepto de bolso parece entusiasmar en París. El contrapunto,
Óscar León, quien sufrió el robo de toda su colección. Vestía su stand varios carteles en inglés y francés excusándose por lo ocurrido.
Buena acogidaEl director de
DemoFashion,
Vicenç Mustarós, al frente del
Showroom Barcelona, hacía hincapié en haber conseguido entrar en el circuito de showrooms y pequeñas ferias que tienen lugar en la semana de creadores de moda de París. Es todo un logro no sólo haber sido aceptado, sino además contar con su apoyo.Ejemplo de esta acogida fue la presencia del presidente de la
Federación Francesa de la Costura, entidad que organiza la semana de creadores de moda de París,
Didier Grumbach, en la cena que organizó
Showroom Barcelona. Un evento que reunió además numerosa prensa internacional y que sirvió de punto de encuentro algo más distendido e informal con los diseñadores catalanes.Apuntar también el lleno absoluto en los desfiles de
Josep Font y de
Jose Castro. En especial, en el de éste último, que se estrenaba en la pasarela oficial de París con su primera colección propia. El mérito de
Castro, así como el trabajo de la agencia de prensa
Totem (con la que trabaja la organización del Showroom Barcelona), fue doble: no sólo llenar el aforo de prensa internacional, sino levantar una gran ovación al final del desfile.
Más inversión pública en modaHay un fuerte compromiso desde la Generalitat de Catalunya con la moda que va más allá de la organización del
Showroom Barcelona y del apoyo a misiones comerciales agrupadas a ferias internacionales. A su plan de apoyo a la moda, que el conseller
Huguet presentó en la anterior legislatura, queda todavía por perfilar el proyecto de
Gaudí Emergentes.De todos modos, en París,
Josep Huguet aprovechó la presencia de los medios para lanzar una nueva iniciativa, que consiste en dar soporte económico a la apertura de tiendas al extranjero de pymes de moda con sede en Catalunya. Este proyecto tiene dos vertientes. Por un lado, ayudas de hasta 70.000 euros a pymes y de hasta 150.000 euros a grupos de entre tres y siete diseñadores que deseen abrir una tienda en el extranjero. Estas ayudas serían para la prospección y estudios de mercado, gastos de apertura, etc.En el caso de pymes, el secretario
Emili Valdero, apuntó que se dirigen a empresas con un máximo de 250 trabajadores y que cuenten ya con al menos dos tiendas, y en cuanto a los diseñadores, éstos deberían crear una sociedad para la apertura de la tienda, con un nombre siempre vinculado a Catalunya o a Barcelona.Donde cada vez parece más claro que la Generalitat no está dispuesta a invertir un euro más es en la organización de la
Passarel·la Barcelona.