Nuevo paso de la CE en la ofensiva contra el greenwashing
La CE exige que todas las proclamas de sostenibilidad estén apoyadas en un respaldo científico y en acreditaciones externas
Según un proyecto todavía en debate, la CE (Comisión Europea) quiere prohibir las etiquetas propias de las empresas (textil, cosmética, etc.) sobre la sostenibilidad de sus proyectos. Si no cuentan con el debido respaldo científico, deben dejar de usarlas para no confundir a sus clientes. Es lo que han hecho Inditex y Mango, por ejemplo, con sus etiquetas Join Life y Commited. lo cual no significa que fuesen un ejemplo de greenwashing.
El proyecto también estipula que las empresas cuyas proclamas de sostenibilidad se basen en la compra de créditos de carbono para compensar su propio impacto ambiental deberán revelarlo.
La CE va a proponer nuevos requisitos para las empresas que quieran promocionar productos vendidos en Europa con etiquetas como natural, neutro para el medio ambiente, contenido reciclado, etc.
El objetivo de la nueva norma es ayudar a los consumidores a identificar los productos realmente ecológicos y reconocer el mérito de las empresas cuyos productos tienen beneficios reales para el medio ambiente.
La propuesta abarcaría todos los productos de consumo vendidos en la UE, a menos que estén cubiertos por la legislación comunitaria vigente que regula determinadas etiquetas (por ejemplo, los alimentos ecológicos).
Obligaciones de las empresas
Un borrador de la propuesta dice que para usar esas etiquetas, primero una empresa debe llevar a cabo una evaluación de base científica sobre todos sus impactos ambientales. A continuación, un verificador acreditado, independiente de la empresa, deberá comprobar la declaración antes de que la empresa pueda utilizarla públicamente. Las empresas que afirmen ser respetuosas con el medio ambiente sin pruebas podrían enfrentarse a sanciones económicas.
Por supuesto, la evaluación debe ser realizada por una entidad independiente y reconocida. Solo así demostrará que su producto está a la altura de la declaración y puede utilizar los reclamos pertinentes.
Según los propios análisis de la UE, el greenwashing está muy extendido en Europa. Un estudio de 150 alegaciones sobre las características medioambientales de los productos en 2020 concluyó que el 53% ofrecía información ambigua, engañosa o infundada.
Muchas organizaciones han acogido con satisfacción el proyecto como un paso adelante frente a la actual proliferación, en gran medida no regulada, de alegaciones ecológicas. Han advertido, sin embargo, que su actual redacción deja a las empresas demasiada libertad para elegir qué datos o impactos utilizan para evaluar su declaración. Consideran que habría que establecer una única norma europea para todos.
De lo contrario, argumenta, un mismo producto podría evaluarse con dos metodologías distintas, lo que daría resultados completamente diferentes, afirmó Margaux Le Gallou, directora de la organización Environmental Coalition on Standards.
Los países de la UE y el Parlamento Europeo deben ahora negociar y aprobar la ley definitiva antes de que pueda aplicarse. Este proceso suele durar más de un año.
+ Info: https://commission.europa.eu/energy-climate-change-environment_es
13.04.2023