Cremalleras Rubí presenta concurso
Las dificultades por las que pasa la empresa tuvieron su punto álgido en el mes de octubre de 2008, cuando se produjo el cierre de su crédito financiero. A esta situación se ha sumado la caída de las vendas y un conjunto de atrasos salariales, que han generado una reclamación judicial.Según la información difundida por Economiadigital, la facturación habitual de Cremalleras Rubí oscilaba entre 9 y 10 millones de euros y este último ejercicio ha sufrido una bajada hasta los 8-9.Cremalleras Rubí tiene sus orígenes en 1929. Desde aquella fecha la empresa ha estado vinculada a diversas multinacionales hasta que adquirió su independencia a partir de 1985 como Sociedad Anónima Laboral.Su actividad es absolutamente vertical, ya que fabrica todos los componentes, para lo que cuenta con una fábrica de 12.000 metros cuadrados donde está ubicada la producción de cintas, la sección de monofilamentos, el tinte e incluso una fundición y unidades de galvanizado y montaje final de las cremalleras.La sociedad tiene entre sus clientes marcas tan importantes como Zara o Benetton y confía mantener su confianza a pesar de tener que adoptar el concurso de acreedores para afrontar la situación en un momento difícil como el actual.