Pocos recodos de la moda le quedan a Swarovski por explorar. Sus continuos desarrollos e investigaciones han contribuido a que no haya casi ninguna superficie sobre la que aplicar sus delicados y coloristas cristales tallados. Lo ha conseguido sobre delicados tules y sedas para el íntimo más vaporoso y sobre papel, embalajes o duras superficies de construcción.

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Pero ahora el reto consiste, no tanto en hacer un triple salto en técnica, sino en algo más difícil todavía, en conquistar a un público urbano, nada habituado a sus destellos. Se trata de encontrar una comunión entre su surtido de cristales y las prendas informales, funcionales y deportivas y, para ello, ha empezado a colaborar con diferentes marcas y diseñadores en busca de una moda informal con brillo propio.El proyecto que Swarovski pone en marcha se llama Crystal Energy y en él ha involucrado a Adidas (con Y-3), Arena, Fornarina, Guess, Jordi Labanda, Le Coq Sportif, Levi´s, Marithé+Françoise Girbaud, Onitsuka Tiger, Pepe Jeans o Puma, entre otros. Los primeros resultados de lo que ellos llaman «asociaciones creativas para una moda de lo más cool» pudo verse en el Bread & Butter Barcelona y damos fe de que la unión funciona.Los tejanos, por ejemplo, no se escapan ya del universo creativo que les abre el cristal. Marithé+Françoise Girbaud, por ejemplo, presentó un espectacular vaquero con doble cintura en el que centenares de Swarovski rojos caen en cascada imitando la sangre. La japonesa Onitsuka Tiger o la italiana Kappa se atreven con sus coloristas chándals, a los que dan un toque luxury, Puma cubre toda la superficie de un bikini sport, Adidas opta por una camiseta 100% Swarovski, Le Coq Sportif decora con ellos sus deportivas, etc.
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