Dogi cierra dos plantas más en España
Estas medidas se ajustan al plan de reestructuración de la empresa, que tiene como objetivo mantener sólo la planta de El Masnou (Barcelona) en España, que a finales de año estrenará nuevas instalaciones. El nuevo consejero delegado de Dogi, Karel Schröder, ha explicado a los sindicatos que la nueva fábrica sólo necesita 283 empleados de los 460 que ahora tienen para ser viable.Este recorte de plantilla se suma a los dos aprobados en lo que va de año y que ya han afectado a 99 trabajadores en El Masnou. El objetivo, según anunció Schröder, es reducir en seis millones de emtros anuales la capacidad de la planta barcelonesa, el 40% de la producción actual.En cuanto al cierre de las dos fábricas, Dogi explica que la de Parets cesará su actividad antes de finalizar el año, en cuanto empiece a funcionar la nueva planta de El Masnou, mientras que la de Cardedeu lo hará a finales de 2008. El coste de estas medidas asciende a 4,5 millones de euros.En números rojosDogi cerró el año pasado con una cifra de negocio de 137 millones de euros, un 5,2% menos que en el 2005, y unas pérdidas de 15,6 millones de euros, que más tarde se corrigieron hasta los 17 millones de euros. Durante el primer trimestre de 2007 las cosas no han ido mucho mejor. Registró pérdidas de 3,12 millones de euros, cuatro veces las del mismo periodo del año anterior.Los problemas siguen siendo los mismos: los costes energéticos, la reducción de plantilla, la puesta en marcha de la planta de China y, en concreto el año pasado, se sumaron los gastos en la emisión de obligaciones. Con las medidas anunciadas por el nuevo consejero delegado, Dogi espera mejorar resultados en el segundo semestre y salir de números rojos el año que viene, un llamada a la confianza que lleva repitiendo demasiado tiempo sin que llegue a materializarse.