El grupo controlado por la familia Doménech alcanzó un volumen de negocio de 26,9 millones de euros, un 11% menor con respecto al mismo período del año anterior. Según la compañía, este descenso se debe al retraso de la sociedad española en la salida del proceso concursal, el descenso de ventas en la filial de China y la debilidad del dólar frente al euro.

Desde Dogi se apunta además que las ventas de la matriz no reflejan totalmente el impacto positivo del incremento de la actividad comercial tras la salida del proceso concursal. En este sentido, subraya que por primera vez desde el inicio del año, la cartera de pedidos experimenta crecimiento y se sitúa un 18% por encima del mismo periodo de 2010.

El grupo advierte de que la filial de China completa un mal primer semestre, en el que se ha visto afectada por la baja demanda de su principal cliente y algunas cuentas de exportación.

Por último, señala que el beneficio de explotación sigue siendo negativo, con números rojos de 3,2 millones de euros, en línea con el mismo período del año anterior.