A pesar del tropiezo, el fabricante español de tejido elástico confía en terminar el año con un beneficio neto positivo, ya que las pérdidas registradas en los primeros meses de año se refieren a dos hechos puntuales, mientras los ingresos han aumentado. En el primer trimestre, Dogi ha alcanzado los 36,2 millones de euros, un 3,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Las pérdidas superan los 0,7 millones de euros, una cifra similar a la registrada el año anterior y que recoge los intereses del crédito sindicado que fue cancelado en febrero, además de los intereses de las obligaciones convertibles emitidas por importe de 68 millones de euros en el mes de enero y otros gastos relacionados la emisión y la cancelación del crédito. En abril se ha desarrollado el periodo inicial de conversión de las obligaciones que ha finalizado con un ratio de conversión en acciones superior al 97%, que destinará sobre todo a cancelar deuda y liberar fondos para llevar a cabo los proyectos de inversión del grupo en Asia y Europa. Además, ha aumentado la capacidad de producción de la planta de China, que ya rinde al 100%. Ésto ha supuesto un incremento de los costes, pero empieza ya a dar sus frutos.