Al mismo tiempo, DyStar reestructura su planta de Ludwigshafen, que tiene 125 años de vida y que está abocada al cierre
DyStar ha inaugurado su nueva base de producción de tintes textiles, situada en Nanjing (China). La empresa ha realizado en ella una inversión de 55 millones de dólares, la mayor de su historia fuera de Alemania después de la de Gabus (Indonesia). La puesta en marcha de la nueva planta se debe en parte al aumento de la producción y de la exportación china de textiles. Por otro, la decisión tiene también que ver con el hecho de que en 2010 –hace ya 23 años- la empresa fue adquirida por la china Zhejiang Longsheng Group y la india Kiri Industries Limited (KIL).

El año pasado, DyStar celebró 125 años de producción de índigo en su fábrica de Ludwigshafen (Alemania), que este año está cerrando sus puertas. A mediados de abril comunicó a las partes interesadas que iba a reestructurarla en respuesta a las cambiantes condiciones empresariales y a los cambios del mercado.
Se trata de un movimiento estratégico importante para DyStar. Nos centraremos en el desarrollo de mercados emergentes clave, ha explicado Xu Yalin, director general y presidente del Grupo DyStar. Ante el aumento de costes energéticos y de la inflación, estamos decididos a mejorar aún más la eficiencia de costes y a impulsar la productividad sostenible.
La reestructuración de las instalaciones de Ludwigshafen se llevará a cabo por fases. DyStar diversificará la actividad de producción fuera de Europa y, en consecuencia, empezará con la reducción de la mano de obra, ha declarado Eric Hopmann, director comercial del Grupo DyStar y antiguo consejero delegado. Los clientes de DyStar pueden seguir teniendo la garantía de un suministro sin interrupciones, por lo que su producción no debería verse afectada. Trabajaremos estrechamente con ellos para satisfacer sus necesidades.
DyStar respetará sus obligaciones con plantilla, clientes y proveedores

Los 80 empleados despedidos recibirán indemnizaciones. DyStar trabajará con los recursos locales para apoyar a los empleados afectados y a sus familias durante la transición. La empresa también dijo que trabajará con los clientes y proveedores para cumplir con las obligaciones actuales y discutir el calendario de reestructuración.
Entendemos que el cambio afectará a nuestros empleados, clientes y proveedores. Queremos asegurarles que nos comprometemos a tratar a todas las partes afectadas con el debido respeto y dignidad durante todo el proceso de reestructuración, ha señalado la empresa en un comunicado. El Grupo DyStar sigue comprometido con sus clientes y continuará prestándoles servicio a través de las demás instalaciones de nuestra red mundial. Valoramos la confianza y el apoyo de nuestros clientes, proveedores y la comunidad local. Nos comprometemos a mantener estas relaciones.
La noticia llega tres meses después de que el consejo de DyStar Group nombrara a Xu director general y presidente de la empresa a la que se incorporó por primera vez en 2010 y de la que ha sido director ejecutivo del consejo. Tras ocupar el cargo de consejero delegado desde 2014, Hopmann fue nombrado en esa misma fecha director comercial, dependiendo directamente del presidente.
A tenor de esta información, recibida de Dy Star, da la impresión de que la reestructuración (¿o cierre?) de las instalaciones de Ludwigshafen será bastante rápida. Hemos visto unas cuantas situaciones parecidas en los últimos años. El poder asiático se impone al occidental, especialmente al europeo. Lo lamentamos, pero este es el signo de los tiempos. En todo caso, DyStar es un proveedor clave para el sector textil. Confiamos –como ha señalado la propia empresa- que su actual situación empresarial mantenga la orientación que ha tenido siempre.
+ Info: https://www.dystar.com/
08.05.2023