Enrique Segarra se ha reunido con los empresarios de curtidos del municipio. Los vertidos se abocan en la depuradora construida por la empresa de curtidos Mare Nostrum, pero «el colector por el que discurre el agua hasta el río es municipal por lo que si no se soluciona el problema de los vertidos el ayuntamiento puede llegar a cerrarlo». En la última reunión, los empresarios han acudido sin los análisis que se habían comprometido a realizar en el río porque, según ellos, el laboratorio no ha entregado aún los resultados. Por su parte, el edil ha dado instrucciones al técnico de la depuradora municipal para que haga sus propios análisis del vertido. El Ayuntamiento, sin embargo, no quiere expresar desconfianza y por el contrario expresa que los empresarios mantienen «un espíritu total de colaboración y una intención clara de solucionar el tema». Hace 15 días el ayuntamiento insistió en que los vertidos deben pre-tratarse en cada fábrica antes de pasar a la depuradora municipal. El problema es que hay vertidos que no pasan por la depuradora. «La cuestión es averiguar los motivos por los que el agua residual de curtidos ya tratada no se vierte a la depuradora y para ello es necesario conocer los resultados de los análisis de esas aguas residuales», manifiesta Segarra. Si una vez detectado el problema se deduce que hay una elevada salinidad,e s posible que se pida a la Administración la financiación de un salmuereducto. Hay prisas: la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ya ha levantado un acta de denuncia contra el consistorio por permitir los vertidos en el río y no es la primera denuncia.