Rubio se ha reunido con Alfredo Bonet, secretario general de Comercio Exterior, y con Teresa Zapatero, subdirectora general de Inspección, Certificación y Asistencia Técnica del Comercio Exterior, para establecer las futuras líneas de colaboración entre los importadores de calzado y el Gobierno de España.El presidente de ADICAL ha realizado estas declaraciones ante los “ataques constantes que ha sufrido en nuestro país el calzado de importación en los últimos meses”. Pedro Rubio ha recordado que la importación de calzado “emplea a miles de personas en España y que entre enero y septiembre de 2009 ha generado en España un volumen de negocio de 1.435 millones de euros con 274 millones de pares importados, la mayoría procedente de Asia (88,85%). Las marcas deportivas que conocemos se fabrican en su gran mayoría en Asia e incluso algunos fabricantes son a su vez importadores”.Según Rubio, “el calzado de importación tiene un plus de control que no tiene el de fabricación española y por ello es más seguro”. Explica que “esto es así porque, además de los análisis realizados en la misma fábrica por parte de los importadores y de las inspecciones realizadas por cada una de las agencias de consumo de las comunidades autónomas, España es el único estado miembro de la Unión Europea que tiene un organismo, denominado SOIVRE, que supervisa todas las importaciones de calzado que quieren entrar en nuestro territorio, lo cual es un ejemplo a seguir para el resto de países europeos”.Dimetilfumarato, bajo controlEl presidente de ADICAL ha añadido que “importadores e instituciones hemos controlado el problema del Dimetilfumarato (DMF) en dos frentes. Por un lado, hemos aplicado otra sustancia al calzado, el Micropack, compuesto de bicarbonato y que no produce ninguna alergia. Por otro, en 2009 hemos retirando del mercado y de la Aduana más de 200.000 pares con DMF”. Según Rubio, “87.000 pares fueron retirados por el SOIVRE antes de entrar en el país y 115.000 por la actuación de los importadores que reclamaron los pares a tiendas y distribuidores y destruyeron todo el calzado por un valor de 1,7 millones de euros”. El DMF es un fungicida permitido en China que se usaba para eliminar el posible moho que podría aparecer en el transporte del zapato por barco a causa de la condensación de la humedad en el interior del container. Éste produjo 44 casos de dermatitis de contacto en España a causa de un exceso de concentración de DMF. Éstos han sido analizados por el doctor Juan Francisco Silvestre, dermatólogo del Hospital General Universitario de Alicante, quien centraliza todos los casos en España.Rubio explica: “Los datos de los casos de dermatitis de contacto a causa del DMF en el calzado de importación representan menos de un millón por habitante y el 0,00001% del total importado entre enero y septiembre de 2009. Esto representa que el DMF ha causado menos reacciones que sustancias como el látex o algunos medicamentos que continúan comercializándose con normalidad. Pero es evidente, concluye Rubio, que hay muchas voces en contra del calzado de importación que desean atacar a nuestro sector”.Para el gerente de ADICAL, Pompeyo Fábregas, “estos 44 casos, lejos de crear alarma social demuestran que disponemos de un sistema público de control eficaz y seguro de las importaciones que tiene como principal aliado a su principal interesado: el importador”.