El cierre de la planta de Martínez Valero en Elche ha agudizado el temor entre los empresarios españoles a la amenaza china, que así se lo hicieron saber al presidente de su patronal en su primer encuentro en La Rioja. Rafael Calvo reconoció que «las circunstancias no son las mejores para este sector, ni para cualquier otro sector manufacturero en España o Europa», porque China «tiene capacidad para comprar la mejor maquinaria, además de toda la mano de obra que haga falta a costes mucho menores». De todos modos, realizó un discurso positivo al apuntar que más que una amenaza, China es una oportunidad «porque tiene una capa de población, que siendo reducida -podemos hablar de unas 200 personas- y produciendo productos baratos, está consiguiendo tener capacidad adquisitiva». Añadió que la responsabilidad de los fabricantes europeos es la de «minimizar lo inevitable, porque China forma parte de la Organización Mundial del Comercio y tiene derecho a exportar, y aprovechar lo que se nos ofrece mediante la cooperación en un escenario global».Para competir en este nuevo marco, Calvo apuntó que es necesario exigir a todos lo países que exportan a la Unión Europea que cumplan las reglas del juego, es decir, las normativas en materia de propiedad intelectual, medio ambiente, aduaneras, etc. Y, por otro lado, señaló la necesidad de volcarse en exportar al mercado chino, ofreciendo un producto diferente al que ellos fabrican. En este sentido, el persidente de la FICE cree en implantar la etiqueta del Made in Europe, además de la Made in de cada país. Aseguró que si no se va bien arropado, China es un país que, por separado, se consigue poco impacto. Para más información:
FICE
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