El curtido busca sobrevivir a la crisis
El objetivo de la edición de este libro es ofrecer a esta industria una orientación estratégica sólida, actualizada y de consenso sobre la evolución del sector de los curtidos, según explica CEC-FECUR en su boletín informativo. Apunta que las empresas de curtición europeas -y en particular las españolas e italinas- son las que más sufren la transformación profunda de la industria manufacturera de la piel y que se ven obligadas a racionalizarse. La publicación de este libro blanco se enmarca en un proyecto, que cuenta con el patrocinio de varias instituciones y en cuya primera fase se ha realizado un análisis de la situación actual.Y es que en los últimos años, fabricantes de calzado, confeccionistas, etc. han deslocalizado su producción, gana fuerza la pronto moda y se exige una mayor velocidad de respuesta, flexibilidad, series más cortas, reposiciones constantes, optimizar la logística, pedidos en menor tiempo, etc., la distribución es más exigente y tiene mayor poder en la negociación de compras, aumenta además la competencia de países con bajos costes laborales y medioambientales, aparecen nuevos agentes, que dejan de producir para dedicarse a la importación, y el abastecimiento de la piel se internacionaliza y se convierte en otra actividad global.Solicitud de apoyo en comercio exteriorPor otro lado, en el boletín se recoge la denuncia que Acexpiel -la asociación de la industria de la piel para la promoción exterior- hizo al Gobierno sobre las prácticas desleales de Brasil en la política comercial de ciertas materias primas, como pieles y cuero. Según esta entidad, Brasil está frenando la entrada de estos productos con la imposición de aranceles, así como la aplicación de precios mínimos a la exportaciónCEC-FECUR también ha pedido apoyo al Gobierno ante la propuesta de la Unión Europea de suprimir las cuotas de importación de pieles curtidas de Japón. De hecho, la industria de los curtidos ha denunciado en más de una ocasión las prácticas comerciales de este país, que siempre ha intentado impedir la entrada de producto extranjero. La patronal española exige al Gobierno que reclame en Bruselas reciprocidad en el comercio exterior con Japón.