En 2022, la exportación china de confección subió un 7% su valor
El volumen de las exportación china descendió ligeramente pero el precio medio unitario creció un 9,27%. Lo mismo había ocurrido en 2021
Durante 2022, el valor de la exportación china de confección se situó en 167.876 millones de dólares, un 7,05% más que el año anterior, a pesar de la desaceleración económica en Occidente y de las restricciones importadoras en Estados Unidos, uno de sus principales mercados. Este aumento, sin embargo, se debió más al aumento de los precios que al aumento del volumen. El precio medio unitario se situó en 4,24 dólares, un 9,27% más que en 2021, cuando había sido de 3,88 dólares.
Lo mismo había ocurrido en 2021, cuando China vendió confección por valor de 156.764 millones de dólares, con un aumento del 25,80 respecto a los 124.654 de 2020, en buena parte debido también al alza de los precios medios. Hasta este año, el precio unitario medio había disminuyendo. En 2021, el precio medio subió un 12,13% para situarse en 3,88 dólares frente a los 3,46 de 2020.
El precio unitario medio de las exportaciones chinas de prendas de vestir había registrado una tendencia permanente a la baja hasta 2020, con un descenso del 3,08% hasta los 3,46 dólares en 2020. Del mismo modo, el precio unitario disminuyó a 3,56 y 3,64 dólares en 2019 y 2018, respectivamente. El valor total de las exportaciones chinas de prendas de vestir alcanzó 124.654 millones de dólares en 2020, 145.112 en 2019, 144.598 en 2018 y 155.900 en 2017.
Desgraciadamente, no disponemos de los datos sobre el número de prendas exportadas, que resultaría útil para completar nuestra información.
Para el gobierno chino, una evolución positiva
Cabe señalar que la menor demanda exterior de confección china en 2022 se debió también a otros factores. Entre ellos destaca la sensibilidad occidental respecto al algodón originario de la región china de Xinjiang, una cosecha realizada en parte con trabajadores forzados.
Da toda la impresión de que el Gobierno chino no está nada preocupado por la evolución de las cifras de exportación en nuestro sector. Muy al contrario, se alegra del aumento del precio medio de los artículos vendidos al exterior.
En algunos de los viajes que Pinker Moda realizó por China hace algunos años, ya comprobamos que el gobierno imponía cada vez más dificultades a la implantación de nuevas empresas confeccionistas en algunas zonas del país, sobre todo la oriental, que ya era la más desarrollada. El gobierno no quería que sus ciudadanos y empresas se vieran obligadas a trabajar para Occidente a precios de saldo. Y las empresas se veían a menudo obligadas a aceptar los precios de derribo impuestos por las grandes multinacionales, cada año un poco más bajos que el anterior.
Prefería promover la instalación de empresas de sectores con productos de mayor valor añadido: tecnológico, financiero, etc. Las empresas confeccionistas se veían casi obligadas a emigrar hacia el interior del país, a zonas de menor desarrollo, o al extranjero, sobre todo a países del sudeste asiático.
Salvando todas las distancias, ocurría allí algo parecido a lo que vivimos en el sector turístico español. Las autoridades –e incluso la sociedad en general- prefieren fomentar una oferta de nivel más alto, con precios más elevados, que mantener un turismo de masas, que recibe muchos visitantes pero que deja proporcionalmente mucho menos beneficio a las arcas españolas. Urgía –y sigue urgiendo- un cambio de paradigma que no resulta nada fácil hacer.
+Info: https://pinkermoda.com
07.04.2023