Desde hace casi 50 años el actual Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Anna Gironella de Mundet, situado en el recinto de los Hogares Mundet de Barcelona, viene ofreciendo enseñanzas en el sector textil/ confección. Cuando nació en España el actual sistema de Formación Profesional pasó a impartir un ciclo de grado medio en Confección. Era (y sigue siendo) el único centro público de FP con estas especialidades en Barcelona y uno de los pocos existentes en España.“Durante toda su vida, ha sido una de las fuentes donde las empresas acudían para reclutar trabajadores de confianza. Muchos, nos dice Mercè Mercader, responsable del departamento, acaban como cortadores, cosedores o patronistas en empresas de carácter artesanal y de gama alta, que no pueden deslocalizar la producción porque necesitan controlarla de cerca. También, por el mismo motivo, en empresas de moda nupcial o textilhogar, incluso en otras que trabajan con velas para barcos, etc. En resumidas cuentas, aquí vienen muchas empresas que necesitan una persona que sepa cortar, montar y coser.Algunos, no muchos, han pasado a otros estudios de nivel superior, pero muy pocos han acabado en escuelas de diseño de moda, porque es un campo muy distinto y porque resultan caras. Todos nuestros alumnos proceden de una clase social que no puede acceder a ellos.Durante estos últimos años, cada promoción ha contado con un grupo de entre 15 y 25 alumnos, casi todos chicas, en su gran mayoría procedentes de la ciudad de Barcelona, aunque también hay alumnos de otras provincias españolas e incluso de otros países”.

Período de dificultades

Como consecuencia de la evolución del sector textil/ confección, la situación se sigue poniendo difícil hasta que en otoño de 2007 el Ayuntamiento de Barcelona (a la vista del escaso número de alumnos y quizá empujado por las dificultades en otros centros docentes del sector textil) se planteó su cierre.El equipo docente reaccionó y luchó para evitar este final. Al empeño se unió muy especialmente el Gremio de Industrias de la Confección de Barcelona (GIC-BCN). que consideró que un centro de este tipo era imprescindible para que el sector textil contase con los técnicos necesarios, especializados y polivalentes, para poder mantener aquí una parte de la producción. Sobre todo, los creadores emergentes e independientes y las marcas que hacen series cortas de artículos de gama media/ alta y alta necesitan poder realizar la fabricación en cercanía. No pueden deslocalizar en China o India, ni siquiera a Marruecos.Las partes interesadas llegaron al dilema tradicional: o le damos a esto un empujón o lo cerramos. Por fin, entre todos, lograron convencer al Ayuntamiento, especialmente a su área de hacienda y promoción económica, que decidió mantener y potenciar el centro. A primeros de mayo se firmó el convenio entre el consistorio barcelonés y el GIC para llevar adelante el proyecto, que tiene
especial relevancia dentro del programa de actuaciones del GIC en relación con la formación en el sector.Joaquim Mercader, responsable del área de formación en el GIC y ahora miembro del Consejo Escolar del centro, insiste que falta mano de obra especializada. “Nuestros asociados a menudo tienen problemas para encontrar talleres que les hagan las colecciones e incluso las muestras. El GIC no puede quedarse de brazos cruzados”.Como consecuencia de este acuerdo, en estos momentos se están realizando las obras de adecuación de los 1.000 m2 que ocupan los locales de la especialidad Textil/ Confección, con un presupuesto de unos 300.000 euros, a los que hay que añadir la inversión necesaria en mobiliario y equipos técnicos. En este último terreno, el centro espera contar con la ayuda de algunos proveedores de equipos y de software: Lectra ha confirmado inicialmente su colaboración. De esta forma, los alumnos pueden aprender a manejar esos equipos y soluciones, que son los que se encontrarán después a lo largo de su vida profesional.

Nuevo proyecto educativo

Al mismo tiempo, el claustro de profesores, con Mercè Mercader a la cabeza, ha ido programando nuevas ideas que den mayor vida al centro. Por un lado, el actual Ciclo Formativo de Grado Medio en técnicas de confección (corte, confección, acabado, cuero y piel, etc.) aumentará sus horas de trabajo de las actuales 1.400 a 2.000, dentro de las que están las 410 de prácticas en empresas del sector, lo cual supondrá una escolaridad de dos años completos.“Las horas actuales, aclara Mercè Mercader, resultan insuficientes para formar a los alumnos en una gama tan amplia de temas. Ahora, cuando acaban el curso de 1.400 horas están sólo saboreando su entrada en el sector. Necesitan bastantes más horas para comenzar a dominarlo. Además, como las clases son sólo por las mañanas (de 8 a 14,30h.) casi todos los alumnos tienen alguna actividad profesional por las tardes”.Por otro lado, el centro pondrá en marcha un ciclo de grado superior sobre Patronaje, que abarca también la organización de la colección y de su confección, el prototipaje, el control de calidad, etc. De acuerdo con la normativa general de FP, sus alumnos tendrán un nivel de entrada más alto y un perfil más elevado que los que cursan el ciclo medio de confección.Además, pondrá en marcha actividades de formación ocupacional con cursos monográficos cortos para trabajadores desempleados, y de formación continua para profesionales del sector que deseen mejorar su especialización.Por último, también para profesionales en activo, comenzará a ofrecer el sistema de acreditación de competencias para las personas que llevan ya tiempo trabajando en el sector pero que carecen de acreditación de sus conocimientos y experiencia. Esto se realizará de acuerdo con la normativa del Instituto Catalán de Cualificaciones Profesionales, que implica el reconocimiento de todo lo que el trabajador ya sabe y la realización de estudios complementarios en lo que no domina.

Centro piloto de producción

Otra de las ideas que flota en el aire, alentada sobre todo por el Gremio, es la creación de un centro piloto de producción, con espíritu de atelier, que realice trabajos profesionales remunerados para los clientes confeccionistas y que sirva para la formación práctica de los alumnos.Joaquim Mercader precisa: “este paso requerirá una solución jurídica especial porque un centro de FP no puede meterse como tal en el terreno profesional. Pero ya lo arreglaremos. Se trata de crear un taller que pueda hacer sobre todo prototipos y series cortas para creadores y marcas que difícilmente tienen acceso a otros talleres, que sólo realizan series mayores o que ya están copados por las grandes marcas. Todos sabemos que ahí hay una carencia importante, que complica mucho el trabajo de esos creadores y marcas”.Ahora mismo, de hecho, los actuales alumnos del Anna Gironella de Mundet han abierto ya esta vía con una colaboración con ESDI, la escuela de diseño de Sabadell. Ellos hacen el patronaje, la ficha técnica y la producción física de los modelos creados por los alumnos de Esdi que deben prepararlos para sus trabajos fin de curso o para mostrarlos en alguna pasarela.El centro piloto constituirá, a largo plazo, la corona del centro, resultado de la colaboración ya existente entre su cuerpo docente, las autoridades municipales y la industria, representada por el Gremio.

Proyectos del GIC en Badalona

El 20 de mayo, el GIC participó en la firma de un acuerdo de colaboración con ACTE (la asociación de colectividades europeas) y con el Ayuntamieto de Badalona para la realización de un estudio de viabilidad para la organización en esa tradicional ciudad textil de un simposio internacional sobre Responsabilidad Social Corporativa y de un encuentro internacional entre diseñadores y empresarios del textil&/confección, que deberían tener lugar el año 2009. A ellos se les uniría probablemente un encuentro internacional de ACTE.Todo ello tendría como trasfondo tres objetivos muy amplios:- Contribuir a situar la región metropolitana de Barcelona como uno de los principales referentes internacionales de la cultura y el diseño independientes, el talento y la innovación, en línea con el Plan de Dinamización de la Moda del gobierno catalán para el período 2007/ 2010.
– Facilitar la mayor incorporación del diseño a las empresas de textil/ confección para incrementar s competitividad y evitar procesos de deslocalización.
– Mejorar la información y concienciación del consumidor para que valore más la calidad y el diseño, que nos hacen competitivos frente a los países emergentes.Participaron en el acto y en la firma del acuerdo el alcalde de Badalona, que destacó la pérdida de la industria textil más tradicional de la ciudad y la emergencia de la producción de moda pronta, José Luis Marín, presidente del GIC, que elogió el mix estratégico que actualmente realizan muchas empresas del sector, con buenos resultados, y Teo Romero, presidente de ACTE, que ofreció todo su apoyo al plan porque Badalona fora parte desde hace muchos años del centenar de socios de la entidad.