Se trata del Instituto Anna Gironella de Mundet, de Barcelona, que imparte ESO, Bachillerato y Formación Profesional. En total suma unos 1.300 alumnos, 300 de los cuales están haciendo los módulos de textil/confección en FP. Hace unos años, su número era bastante inferior pero el centro se fió de su olfato y renovó y amplió las instalaciones de moda. Desde entonces, el número de alumnos ha ido subiendo de manera regular hasta alcanzar los 300 actuales. Dispone de unas instalaciones de mil metros cuadrados, con aulas de diseño, patronaje y escalado equipadas con las últimas tecnologías CAD/CAM, talleres de confección e incluso un laboratorio de ensayos físico/químicos.FP textil y modaBuena parte del éxito se debe a las buenas expectativas profesionales de los alumnos, ya que la formación que reciben es mucho más técnica que estilística y las empresas de moda catalanas acuden allí con frecuencia a buscar profesionales. De hecho, en torno al 50% de los alumnos del Grado Medio y el 70% de los de Grado Superior han encontrado un trabajo acorde con su formación. ¿Significa todo esto que la actividad confeccionista se está recuperando en nuestro país?María Ángeles Rueda, responsable del Dpto. de Textil/confección, asegura que el espíritu de la escuela es muy industrial: muchos de los profesores venimos de la industria -yo misma he trabajado en España y en Túnez, aunque después lo dejé por motivos familiares- y sabemos perfectamente qué necesitan las empresas, que muy a menudo tienen problemas para encontrar los profesionales que necesitan porque en España nos hemos cargado buena parte de la industria textil y confeccionista y de los instrumentos de formación del sector. Lo que no tocamos es el marketing ni el merchandising en nuestro sector porque estos trabajos los realizan personas formadas en escuelas empresariales transectoriales.El prestigio del centro, además, queda confirmado por el hecho de que el Ministerio lo ha nombrado Centro de Referencia Nacional en las especialidades de textil, confección y piel, aunque esta responsabilidad -señala Mercé Mercader, su coordinadora- no lleva aparejado ningún presupuesto: estamos trabajando en nuestro tiempo personal, orgullosos de este papel.Un alumno que haya cursado el grado medio en confección y moda ya puede ser perfectamente jefe de taller, porque conoce las implicaciones técnicas, económicas, organizativas, etc. del trabajo que allí se realiza. Además, aquí conocen y trabajan con las soluciones técnicas que Lectra y Gerber ofrecen al sector, aunque naturalmente no llegamos a tener una sala de corte.El perfil de los alumnos es variado, aunque no sabemos si es equivalente al que podríamos encontrar en el resto de España: chicos jóvenes que quieren formarse profesionalmente, licenciados universitarios, diseñadores que quieren aprender los aspectos más prácticos del diseño, trabajadores en activo, etc.Oficialmente, la Formación Profesional ha querido dar un fuerte impulso a la formación dual, y el mismo Mariano Rajoy lo ha recordado durante la campaña electoral. Su desarrollo, sin embargo –nos aclara Carlos García Calvo, coordinador de todos los programas de FP del Instituto-, sigue fuertemente hipotecado por la resistencia de las empresas a colaborar con este sistema: les cuesta mucho aceptar a personas a las que deben dedicar tiempo y que apenas podrán aportar nada a su actividad.* Para más información: https://agmundet.es/wp/