Siete llamadas de atención en la Global Fashion Agenda
La Global Fashion Agenda ha desvelado las siete prioridades que presentará en la próxima Cumbre, que se celebrará el 15 y 16 de mayo en el Copenhaguen Concert Hall. Servirán para fomentar la sostenibilidad del sector textil/moda durante el presente año
10.04.2018.- La Global Fashion Agenda es un foro sin afán de lucro que promueve la sostenibilidad de la moda. Fue fundada en 2016 en el entorno de la Copenhagen Fashion Summit, uno de los principales eventos mundiales en favor de la sostenibilidad de la moda. Cada año –en colaboración con empresas como Kering, H&M, Target o Li & Fung y con instituciones como la Sustainable Apparel Coalition– publica su Agenda, que resume las acciones que debe emprender el sector para ayudar a la sostenibilidad social y ética.
Desde su primera edición en 2009, la Copenhagen Fashion Summit, por su parte, se ha establecido como uno de los principales eventos mundiales en torno a la sostenibilidad de la moda hasta el punto de ser considerada como la Davos del sector de la moda.
La Agenda partió del feeback proporcionado por profesionales del sector de la moda, que expusieron su preocupación acerca de la complejidad del tema de la sostenibilidad, que lo hace difícil de digerir: nuestro objetivo -asegura Eva Kruse, su directora general- es que este documento ayude a los directivos del sector a comprender con mayor claridad el problema y a priorizar el objetivo de sus esfuerzos. Nos dirigimos a los CEO porque deben adoptar decisiones que después influyen a lo largo de toda la cadena del sector. No es una búsqueda filantrópica. Por supuesto, queremos defender nuestro planeta y a toda la gente que trabajar en este sector, pero la Agenda es una tarea para los directores generales porque tiene mucho que ver con el desarrollo de las actividades empresariales. Se trata, en resumidas cuentas, de un precipitador de soluciones.
Como afirma, Hendrik Alpen, responsable de sostenibilidad de H&M, es importante que nos dirijamos a todo el sector y no solo a un pequeño grupo de grandes empresas.
Tres prioridades básicas
Para empezar, la Global Fashion Agenda detalla tres prioridades que deben ser implementadas de inmediato.
- Trazabilidad de la cadena de suministro. Muchas marcas trabajan con una cadena de suministro muy compleja y a menudo fragmentada, que dificulta el conocimiento del origen de las materias primas usadas en sus productos. Esto puede solucionarse rastreando los proveedores en cada etapa de la producción. De hecho, el informe también recomienda a las marcas que publiquen la lista de sus proveedores para aumentar su transparencia y para mejorar la colaboración y el compromiso entre ellos.
- Uso eficiente del agua, la energía y los químicos. El impacto del sector de la moda sobre las emisiones globales de carbono y sobre la polución en general es muy significativo. Dentro de él destacan la curtición química de las pieles y el procesado del denim. Las marcas y sus proveedores necesitan colaborar para controlar el consumo de agua, energía y químicos y los niveles de polución que provocan. Esto ayudará a mejorar la implementación de programas de eficiencia en la cadena productiva, a reducir el uso de recursos y a reducir la polución.
- Entornos de trabajo respetuosos y seguros. En todos los niveles del sector textil existen diferentes formas de explotación, como las condiciones peligrosas de trabajo o la discriminación entre personas. Las empresas deben ofrecer condiciones respetuosas a los trabajadores que supongan la adhesión a los derechos reconocidos universalmente.
Cuatro prioridades transformacionales
En el texto de la Agenda figuran a continuación cuatro prioridades adicionales, que generarán una transformación absoluta en el sector de la moda.
- Combinación de materiales sostenibles. Aunque la elección de las materias primas puede suponer hasta un 50% de su huella sobre el medio ambiente, todavía ha habido poca innovación en este terreno. Las empresas deben ampliar su uso de materiales con poco impacto en el medio ambiente -como el algodón orgánico- y esforzarse en desarrollar nuevos materiales más sostenibles.
- Sistema industrial de circuito cerrado. Actualmente, el sector de la moda está todavía muy lejos de tener un sistema industrial de circuito cerrado (closed-loop). El informe indica que el 73% de los artículos de moda que se producen en el mundo acaban en vertederos. Menos del 15% es reciclado y menos del 1% es usado para producir otras prendas. Los profesionales del diseño y del desarrollo de productos de moda deben aprender a crear productos que tengan en cuenta su ciclo de vida, y que sean duraderos y fáciles de reciclar.
- Promoción de mejores sistemas salariales. El sector de la moda –que es un motor de empleo- ocupa de 60 millones de trabajadores en el mundo. Sin embargo, su sistema salarial es a menudo inadecuado y no les permite cubrir sus necesidades mínimas. Las empresas deben asegurarse de que sus subcontratistas cumplen con los requerimientos legales en cuanto a los sueldos y pensar cómo puedan contribuir a crear mejores sistemas salariales.
- Cuarta revolución industrial. La tecnología ha sido una locomotora del cambio en el sector de la moda. La digitalización ha aportado ya un buen número de soluciones, pero todavía se desconoce su impacto en el futuro del sector. Se calcula, por ejemplo, que en algunos países la automatización podría reemplazar al 90% de los trabajadores en el sector de la confección. Las empresas deben analizar el impacto de los avances tecnológicos sobre los trabajadores a lo largo de la cadena de suministro y tenerlo en cuenta a la hora de implementatr nuevas tecnologías.
+ Info: www.copenhagenfashionsummit.com/global-fashion-agenda