Cathy Horyn para The New York TimesEl ascenso de Hedi Slimane como diseñador de moda masculina para Yves Saint Laurent le ha supuesto a la firma un crecimiento de un 20% de las ventas durante el año pasado. Estas cosas suceden, y puede suceder que un diseñador sin una preparación reglada o cualificaciones brillantes y con tendencia a ser obsesivo cogiera unos diseños aburridos y, junto con su equipo, consiguiera convertirlos en lo más atractivo del panorama de la moda actual.Hace dos años, cuando Slimane era un desconocido, la moda masculina de Saint Laurent estaba confinada a un par de tiendas de la propia firma en Nueva York y en París y una franquicia en Londres. Pero hoy se pueden encontrar sus diseños en Fred Segal en Los Ángeles, Collette en París y Jeffrey en Nueva York. Vince Ehly, responsable de compras de moda masculina para Barneys Nueva York destacó que la demanda de modelos de Slimane es muy alta, especialmente en Los Ángeles. De hecho, dos tercios de la colección de primavera se han vendido antes de las rebajas.Hasta ahora, el interés por la ropa de Slimane (pantalones con el frente liso que caen sutilmente desde las caderas, el corte afilado en los hombros, icono ya de Saint Laurent) ha tenido un toque muy «underground». Pero esto está cambiando. Según Jim Moore, editor de moda de la revista CQ: «se ha convertido en una fiebre».Es raro ver tanto entusiasmo por la moda, practicamente inaudito en el caso de moda masculina, y sobretodo en un diseñador que crea un estilo elegante y limpio con formas salvajes y extrañas. Pero seguramente es precisamente ahí donde reside el éxito de la ropa de Slimane, en que es diferente a todo. En que su apariencia se aleja de las últimas sobrevaloradas tendencias y bebe directamente de las fuentes de los coherentes principios que han guiado siempre a los más grandes de la moda: corte, proporción y silueta. Slimane, de 31 años, nació en París de una madre itialiana y un padre tunecino contable de profesión. Estudió ciencias políticas y nada hacía pensar que la moda sería su profesión. Sin embargo, su paso de joven diseñador en la sombra a pertenecer a una de las más veneradas casas de París fue fulgurante. Yves Saint Laurent diseñó sus colecciones en los primeros años de la firma, pero desde 1980 lo fue dejando en manos de otros diseñadores hasta que la línea dejó prácticamente de tener identidad. Ahora todo el mundo compara a Slimane con Saint Laurent, a quien, al parecer, recuerda mucho en su manera de diseñar. De él dicen que ha aportado frescura y se le compara también con el fenómeno Nicolas Ghesquiere, el diseñador de Balenciaga, que está emergiendo como una auténtica estrella en el mundo de la moda femenina. De los dos se dice que han conseguido algo nuevo aprovechando lo mejor de lo de siempre. Slimane asegura que en lo que coincide con Ghesquiere es en que dan más importancia al corte y la definición de la silueta que a los ornamentos. Tamién asegura que en la casa Saint Laurent tiene verdadera libertad creativa, algo muy raro en otras firmas.Después de cinco temporadas en Saint Laurent, el que ahora mismo está considerado como el más brillante joven talento en moda masculina es parte ya de la formidable leyenda de la casa.