Hohenstein crea una chaqueta para trabajar por encima del nivel de la cabeza
El Instituto Hohenstein está desarrollando una chaqueta de trabajo que complementa un exo-esqueleto para el trabajo físico por encima del nivel de la cabeza.
31.08.2017.- En muchos sectores industriales abundan los trabajos que deben realizarse por encima del cuerpo, para los que las empresas deben mantener criterios ergonómicos que aseguren la salud de los trabajadores. Por este motivo, cada vez son menos las actividades que les obligan a trabajar con las manos por encima del nivel de la cabeza. En las cadenas automovilísticas de producción, a menudo se da un giro a los coches que están siendo fabricados para que los operarios puedan trabajar a la altura de los ojos.
Sin embargo, los trabajos por encima de la cabeza no pueden eliminarse del todo, lo cual puede provocar problemas en los hombros o en la espina dorsal. El trabajo físico por encima de la cabeza produce cambios sustanciales en las dimensiones físicas del trabajador: la anchura de los hombros, por ejemplo, se reduce, mientras que la longitud del brazo se hace mayor, igual que la anchura de los hombros y de la espalda.
Proyecto ZIM
Para compensar estas dificultades, ha nacido el proyecto ZIM –que cuenta con cinco socios- que pretende fabricar un exo-esqueleto que ayude a la realización de estos trabajos. El Instituto Hohenstein –uno de ellos- se encarga de desarrollar una chaqueta que será un complemento del exo-esqueleto, que deberá soportar el movimiento del hombro y hacer más cómodo el uso del exo-esqueleto.
Para fundamentar su desarrollo, el Instituto ha analizado 17.000 escáneres de todo el cuerpo que están ya almacenados en sus bases de datos y que ya habían sido usados para crear un grupo de trabajo denominado Overhead Worker.
Después, creó el diseño técnico de la prenda a base de tejidos spacer que permiten reducir la presión y regular el trabajo de las superficies de contacto del exo-esqueleto en la zona de los brazos y de los hombros, y de toda la superficie que rodea los hombros para asegurar su confort. Además, para asegurar la libertad de acción de los hombros y de los sobacos le añadió una cinta elástica que reduce el esfuerzo para trabajar.
Y para que la prenda fuera útil para tallas físicas distintas le integró un mecanismo que permite regular la anchura de la cadera y le dotó de un dobladillo para asegurar las mangas.
Hohenstein, por último, seleccionó los materiales que debía usar teniendo especialmente en cuenta su reacción termofisiológica y su sensibilidad.
Tanto esta chaqueta como todo el exo-esqueleto reducen los efectos del trabajo sobre los trabajadores que los llevan a cabo y, por lo tanto, también el tiempo que necesitan para realizarlo.
El proyecto ZIM está siendo apoyado por el Ministerio alemán de Economía y Energía. Participan en él el Instituto Fraunhofer IPA de Stuttgart, EGEAS, CONTAG, BE-Power, ISG y el mencionado Instituto Hohenstein, junto con otras instituciones que aparecen en una segunda línea, entre las que está el CSIC español.
+ Info: www.hohenstein.de