El análisis del tejido implica dos fases sucesivas. La primera estudia si el tejido provoca algún daño químico a las células de la piel (citotoxicidad), la segunda determina si genera una respuesta alérgica en esas mismas células. Los artículos textiles que pasen ambas pruebas podrán ser calificados como hipoalergénicos y, por lo tanto, adecuados para consumidores sensibles. El director del departamento que se ocupa de este desarrollo ha declarado: para los productos aconsejados para consumidores sensibles (confección infantil, moda íntima, ropa de cama, artículos de uso médico, etc.) este análisis les dará la seguridad de que los productos textiles que lo superen no provocan ninguna reacción en la piel, lo que supone una ventaja competitiva importante.