Josep Font

Su nombre se escribe ya al lado del de los grandes maestros del diseño español, del de Balenciaga, Pertegaz y Paco Rabanne, los únicos creadores del país que alcanzaron la cima de la alta costura. El preciosismo y la delicadeza que emanan sus colecciones le han abierto la puerta de este olimpo, un lugar reservado a unos pocos, aunque hoy esté en horas bajas tras la marcha de alguno de sus dioses.Josep Font, que debutó en París en febrero de 2006 con un desfile en el mítico Moulin Rouge, ha explicado que si desfilar en la capital de moda fue cumplir uno de sus objetivos, estar en la alta costura es “por un lado, hacer realidad un sueño y, por otro, una gran responsabilidad por estar a la altura de las expectativas”.Antes de debutar en la alta costura, cuyos desfiles se celebrarán en enero de 2008, presentará su colección p-v´08 en la próxima semana de la moda de París, con una presentación íntima y exclusiva en su boutique de la rue Sourdière.20 años de costuraFont llega a la alta costura de París tras una larga trayectoria por las pasarelas nacionales y salones internacionales. Original de Santa Perpetua de Moguda, una pequeña localidad cercana a Barcelona, y formado en la escuela Felicidad Duce, debuta en 1989, un año clave en su carrera porque presenta su primera colección en la Pasarela Cibeles y muestra sus creaciones en Milán y París, ciudad ésta última en la que además le otorgan el premio Fil d´Argent.A lo largo de la década de los 90 sentará las bases de su trayectoria profesional, su consolidación en España y el inicio de su expansión internacional. Siempre, eso sí, con pasos mesurados. Le llueven también los premios y los reconocimientos: el Centímetre de l´Any de Moda FAD, el Khalos, que otorga la asociación de fabricantes de tules, bordados y encajes, el T de Telva, Moët & Chandon le nombra diseñador del nuevo milenio, y la revista Elle, el Premio Estilo 2001.Hoy tiene tiendas propias en Barcelona (c/ Provença, 304), en Madrid (c/ Don Ramón de la Cruz, 51), en Bilbao (c/ Cosme Echevarrieta, 7) y en París (rue de la Sourdière, 11).Discreto hasta la saciedad, ha confesado en varias ocasiones que le abruman los encuentros sociales y mediáticos. Un carácter tímido y reservado que se percibe en colecciones siempre tan delicadas, frágiles y cargadas de romanticismo. Se desmarca, más bien huye, del cartel de diseñador de princesitas de cuento que siempre le cuelga la prensa, pero el caso es que sus creaciones desprenden un encanto especial, mágico, perfecto y algo naïf, que sin duda nos evoca universos perdidos.Para ver su último desfile en París, pulse sobre JOSEP FONT O-I´07-08