Parece que el futuro de Kelme empieza a vislumbrarse. El fondo de capital riesgo Tirant, dependiente del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), ha acabado comprando a sus fundadores y antiguos propietarios la totalidad de la empresa, así como también se ha hecho cargo de la deuda, que ascendía a 1,8 millones de euros. En total, ha invertido nuevo millones de euros y acaba de firmar una línea de crédito de cinco millones más.Ayer explicaron la situación Enrique Pérez Boada, presidente del IVF, promotor del fondo Tirant y tutor de Kelme durante años, junto a Carlos García, director de Riva y García, la empresa gestora del fondo, y Benjamí Clarí, actual director de Kelme. Todos ellos se mostraron satisfechos por los acuerdos conseguidos y por tener sobre la mesa un plan de viabilidad para el que han logrado financiación.De este modo, la empresa espera relanzarse y recuperar el tiempo perdido. El objetivo a corto plazo para Tirant es un primer año de transición y empezar a remontar el que viene.Planes de futuroLa estrategia presentada por Clarí, ex presidente de Adidas en España, pasa por remontar políticas comerciales erróneas del pasado. “Hemos sido considerados como una marca de mercadillo por méritos propios”, explicó ayer. Su prioridad es cambiar la imagen de marca, incorporar nuevos diseños y tecnología, así como entrar en toda la gama de deportes, tanto en calzado como en textil.El logotipo identificativo de Kelme se mantendrá. “Es nuestro mejor punto de partida”, explicó.