Ágatha Ruiz de la Prada junto a Dolors Massot, durante la presentación del libro

Así lo explicó ayer la autora, en la presentación en Madrid del libro, que publica Eunsa. “Ágatha recuerda bastantes cosas” de su infancia y adolescencia “con aspectos muy duros”, que muestran cómo es el carácter de la persona, más allá del personaje público, aseguraba Massot. La periodista, que fue redactora de Cultura y Moda en en el diario ABC durante 16 años, ha reconocido que, aunque no conocía personalmente a la diseñadora, no dudó en aceptar el encargo de escribir su biografía. Ha contado que antes de entrevistarse con ella le habían advertido de que Ruiz de la Prada despachaba a los periodistas en veinte minutos, pero su primer encuentro duró dos horas y media. Tras esa primera entrevista pasaron tres días en la finca de la diseñadora, donde guarda sus diseños y todo tipo de materiales y recortes de prensa, que recopila desde 1981, porque “sabe que va a pasar a la historia”, subraya Massot. Asegura además estar convencida de ello, porque “detrás de esta luna y este vestido rojo (en referencia a la ropa que vestía ayer la diseñadora) hay todo un bagaje cultural” que va desde la colección de arte contemporáneo de su padre hasta la influencia de su tatarabuelo, Eusebio Güell, el que fuera mecenas del arquitecto catalán Antoni Gaudí. A pesar de que “Ágatha despierta odios y amores”, Massot ha reclamado que su trabajo empiece a ser estudiado en las escuelas de negocios y en las facultades de Historia del Arte, “porque, gracias a ella, la moda española tiene una bandera importantísima en el extranjero”. Ágatha Ruiz de la Prada, por su parte, ha confesado que no ha sido capaz de leer el libro, “porque es un tema muy delicado”, aunque ha asegurado que sabe lo que pone y que lo va a regalar a muchísima gente. La diseñadora ha recalcado que esta autobiografía muestra la visión de Massot, para quien ha sido lo más transparente que ha podido. La presentación contó con el apoyo del periodista y académico de la Lengua Luis María Anson, quien aprovechó para contar que el diseñador Cristóbal Balenciaga creía que el modista era el artista completo, al encargarse de los planos, la forma, el color o la armonía, y “todas esas circunstancias están recogidas en el libro”. Anson ha confesado que la parte que más le ha interesado es en la que la diseñadora habla de su vida y la ha definido como “una de las grandes figuras de la vida en España”, con gran repercusión internacional, cuya firma ha triunfado en la moda, en el arte y en el teatro y “triunfará en cualquier cosa que haga”.