El Parlamento Europeo ha solicitado al Ejecutivo europeo la elaboración de este informe antes de pronunciarse sobre la reforma del sector.La situación se resume en que la Comisión que ha elaborado el informe defiende un aumento de las penalizaciones por superación de los cupos de producción, lo que desde Bruselas se justifica por la necesidad de reducir el impacto medioambiental de este cultivo y disminuir el gasto comunitario, los países productores, a su vez, se oponen al incremento de las sanciones y consideran injustificado el razonamiento utilizado por Bruselas.La Comisión afirma en el informe que los principales problemas provienen «de la tendencia al monocultivo en algunas cuencas de producción del algodón y a la necesidad de riego, que se practica en regiones secas».