La crisis provoca un aumento de la pérdida desconocida
Un 37% opinaba que se había mantenido más o menos igual. En concreto señalaron un fuerte incremento del hurto de clientes y del fraude interno de caja respecto al 2008, que, junto al hurto de mercancías por los empleados, fueron las tres principales fuentes de pérdidas para los minoristas a lo largo del 2009.Estos son algunos de los datos que se desprenden del informe que la compañía de seguridad ADT encarga anualmente a Retail Systems Research (RSR) con el objetivo de analizar el estado de la pérdida desconocida en el sector minorista mundial y el uso de diferentes herramientas para evitarlo. Bajo el título “Prevención de pérdidas 2010: los minoristas luchan por evitar la reducción de beneficios en tiempos difíciles”, el estudio de este año ofrece datos que revelan la acentuación de algunas tendencias ya apuntadas en el informe del 2008 (“Más allá de la prevención de pérdidas: la supervivencia del más fuerte”) cuando las primeras consecuencias de la crisis ya se empezaban a notar.Actualmente la pérdida desconocida les cuesta a los minoristas de media un 1,6% de su facturación. Aunque el hurto de mercancías por los empleados continúa siendo la principal fuente de pérdidas, el hurto de los clientes (62%) y las operaciones fraudulentas en caja (45%) han aumentado considerablemente. Destaca el incremento de 10 puntos porcentuales en los hurtos externos, muy ligado a la crisis económica y situándose al nivel del hurto interno.Dentro de este tipo de pérdida hay que distinguir entre el llamado hurto impulsivo y el robo planificado, es decir, aquel en el que se ponen en práctica técnicas como el uso de bolsas forradas con aluminio, inhibidores de sistemas de seguridad y similares. Los datos revelan también que en muchos casos la connivencia entre empleados y clientes es necesaria para poder evitar las medidas de seguridad físicas y tecnológicas.La situación económica a lo largo del 2009 ha tenido un doble efecto en las pérdidas según Ricardo Arroyo, Director General de ADT para España y Portugal: “Por un lado los altos niveles de desempleo han aumentado la posibilidad de acceder a mejores y más cualificados empleados para las tiendas. Pero, por otro lado, las situaciones desesperadas crean gente desesperada y por tanto aumentan los actos delictivos. Como se desprende del estudio, la crisis ha provocado un incremento generalizado de todas las fuentes de pérdidas”Retos en la prevenciónEl 90% de los minoristas tiene claro que las políticas de prevención de pérdidas tienen como reto en el 2010 mejorar los márgenes brutos de explotación y reducir el hurto interno, algo que se ha visto acrecentado respecto al 2009 como consecuencia de la actual situación económica. Por otro lado, el 50% de las opiniones consideran necesario mejorar la prevención para reducir el hurto externo y rentabilizar las inversiones existentes en sistemas de prevención de pérdidas.No obstante son conscientes también que no es fácil acometer inversiones en seguridad en estos tiempos y se encuentran con barreras internas como la falta de presupuesto y de plantilla o la dificultad de demostrar un retorno.Para la mayoría, las soluciones pasan por la tecnología. En un contexto como el actual, con poca capacidad de maniobra, muchos (40%) ven necesario optimizar los sistemas que ya tienen instalados. Pero sobre todo creen (63% de las opiniones) que mejorar el margen bruto y combatir las pérdidas exige soluciones de business intelligence que mejoren la capacidad de análisis de la enorme cantidad de datos que obtienen de los puntos de venta. Necesitan información crítica que les permita ser más competitivos y eficientes en estos tiempos y mejorar así sus márgenes.