La industria textil europea se resiste a la deslocalización
Uno de los principales cambios que ha sufrido la industria del textil y de la confección entre el 1999 y el 2000 ha sido el traslado de la producción a otros países, que ha repercutido de manera directa en la pérdida de mano de obra en el sector. El hecho de que el coste sea inferior y que la producción sea igual o superior provoca que cada vez sean más las empresas que optan por deslocalizar.De todos modos, la subcontratación en terceros países de la producción textil ha sido menor que en la de la confección, sobre todo en países como España y Portugal. Las causas principales son que los precios de coste son más o menos los mismos y que, en cuanto a calidad e innovación, la industria europea está por encima, aunque estos niveles tienden a igualarse.En el sector de la confección, el contraste entre la deslocalización y el incremento de las ventas ha sido superior al del sector del textil. Se ha dado sobre todo en Italia, Francia y Bélgica.Industria textil europea en el 2000La producción europea de tejidos a la plana y de punto se incrementó en 1999: los primeros lo hicieron en un 6% y, los segundos, en un 1,8%. Según el informe, se está produciendo un cambio en la tendencia que imperó en estos últimos años en el consumo, cuando existía un preferencia hacia las t-shirts y los tops de punto, que beneficiaban al punto, en detrimento a las blusas o las camisas.Los principales países productores de tejido en Europa se decantan por el algodón y las fibras sintéticas, aunque hay países que rompen con esta regla, como es Italia, especialista en trabajar la lana.En cuanto a las exportaciones, Alemania era el principal proveedor de textil de todo el mundo en 1999, seguido de Italia. Unos puestos que les fueron arrebatados un año más tarde por China, Hong Kong y Corea del Sur. Italia, por su parte, encabeza las exportaciones europeas de textil para la confección, seguida de cerca por Francia.Y, en las importaciones, el estudio señala que éstas se centran en tejidos de algodón y sintéticos, los cuales representan un 70% de las compras en términos de volumen y un 60% en valor. De todos modos, no todos los países europeos compran por igual, Italia, por ejemplo, no importa lana y, España, es uno de los que más compra tejido sintético.El incremento de las importaciones en el 2000 se debe sobre todo a un mayor consumo por parte del sector confeccionista, ya que los tejidos que se compran fuera se confeccionan para el mercado nacional. Las exportaciones también crecieron en todos los países y, tras los resultados negativos registrados en 1999, este aumento ha sido aún más significativo. Dinamarca, por ejemplo, ha sido el país que más ha incrementado sus ventas, aunque es uno de los exportadores más pequeños de Europa.La balanza comercial del textil es positiva para la mayor parte de países, sobre todo Italia, seguida de Alemania o Francia. En cambio, Portugal y el Reino Unido son los únicos con el signo negativo.