Los miembros de la UE, reunidos en el Comité de Seguridad de los Productos, apoyaron la decisión de la Comisión Europea de retirar todos los artículos que contengan DMF de los puntos de venta e impedir la entrada de los que aún no hayan llegado al mercado comunitario. Francia, Finlandia, Polonia, Suecia y el Reino Unido son algunos de los Estados en los que se han registrado casos de reacciones alérgicas graves a esta sustancia, que van desde irritaciones de la piel hasta dificultades respiratorias. El ejecutivo comunitario aclaró en un comunicado que esta prohibición es una medida cautelar temporal que estará en vigor hasta que se adopte un marco legal permanente. La comisaria europea de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, mostró su satisfacción por el hecho de que el sistema comunitario de detección de artículos que contienen DMF funciona y los productos están siendo retirados de forma rápida. El dimetilfumarato se utiliza para la conservación de muebles y artículos de piel y suele aparecer contenido en bolsas pequeñas en el interior de las cajas o de los productos. Este uso del DMF como sustancia conservante está prohibido en la UE desde 1998, pero aun así su presencia ha sido frecuente debido a que fabricantes de terceros países lo seguían utilizando. Con la decisión de hoy, Bruselas quiere asegurarse de que los consumidores europeos están protegidos también de los productos importados. En España, donde también se detectaron casos de reacciones adversas, fuentes del Instituto Nacional de Consumo confirmaron que no esperan que la medida tenga impacto en la industria. Tras la votación de hoy del Comité de Seguridad de los Productos, la decisión será remitida al Parlamento Europeo a modo de consulta, antes de que vuelva a la Comisión Europea para su aprobación final.