Les Aimants espera distanciarse tanto de los productos masivos de bajo precio como de la producción tradicional a medida con esta nueva tecnología 3D.
Les Aimants es una start-up neoyorquina que ha comenzado a usar tecnología 3D para crear prendas nupciales de acuerdo con las medidas corporales de sus clientas. Su sistema produce un avatar digital con solo tres fotos tomadas con un móvil. Empresas tecnológicas y marcas de moda han ensayado ya diversos enfoques de esta tecnología, pero a menudo sin resultados satisfactorios.
Les Aimants considera que las prendas nupciales corresponden a un momento de la vida que merece un especial esfuerzo para resolver los retos de estos sistemas.
El sistema que está desarrollando Les Aimants permite a las novias diseñar su propio vestido de bodas. Primero, seleccionan algunos de los componentes principales y la silueta que desean. Después, usando la app de la marca, escanean su cuerpo con su cámara digital que capta medio centenar de medidas. Luego, la app crea un avatar digital que visualiza la prenda deseada. El taller, finalmente, la produce y la envía en un plazo medio de ocho semanas, mucho menos de los 4 a 6 meses que necesita un diseñador para completar la misma tarea.
Hasta ahora ha habido varios intentos para escanear un cuerpo humano con la simple ayuda de la cámara de un teléfono móvil. Quizá el más ambicioso ha sido el del japonés Zozotown que al final tampoco tuvo éxito. Después, lanzó el Zozosuit. Aseguraba que con su app sus clientes podían tomar las 15.000 medidas que precisaba para encargar después prendas bastante básicas, que no compensaban ni el esfuerzo ni la inversión.
Otros segmentos de la moda
«Hoy en día, tal como están las cosas, no necesitamos disponer de un escaneado de nuestros cuerpos para tener una camiseta que nos quede bien«, ha explicado Manon Martin, fundadora de Les Aimants. «Nosotros nos dirigimos a segmentos para los que todavía no se ha pensado en el escáner corporal. No queremos competir ni con los productos masivos ni con las marcas y diseñadores que trabajan a medida».
El problema es que los trajes de novia tienen dificultades específicas para conseguir una buena caída. Y todavía más, si tenemos en cuenta las necesidades de un cuerpo sentado o en movimiento.
«Las mujeres están de pie y andan de maneras muy diferentes. Nosotros no queremos solo saber las medidas del cuerpo de nuestras clientas. También necesitamos saber, por ejemplo, cómo se sientan. Todo esto afecta sobremanera a la construcción de un vestido».
Martin considera que su software hará innecesarias las pruebas y los ajustes. Lo han probado ya con 300 novias y la gran mayoría de cambios se han debido a los cambios de opinión de sus usuarias. En todo caso, sus vestidos de novia, incluidos los ajustes finales, cuestan entre 2.500 y 4.000 dólares, bastante menos que los de un sastre o de una marca de gama media o alta.
La empresa -que este año espera conseguir ya una facturación de 300.000 dólares- espera exportar su tecnología y su modelo de negocio a otros segmentos del mercado, allí donde un buen ajuste les diferencie de la competencia. «Como ya dispondremos de las medidas corporales de nuestras clientas, podremos ofrecerles a precios muy competitivos otras prendas para su vida personal, social o profesional«.
Para más información: https://les-aimants.com/
02.04.2024