Malos tiempos para la hilatura europea

El 2003 no parece augurar un futuro mejor, ya que la situación geopolítica -guerra de Irak- y los efectos de la neumonía asiática que han caracterizado la primera mitad del año no han hecho otra cosa que contribuir al freno de la actividad empresarial y a la desaceleración de la demanda en China y Hong Kong, respectivamente.A consecuencia de este freno económico, los precios de la lana han sufrido un giro brusco, motivo de preocupación de los hiladores que deberán vender su producto a un precio calculado sobre la base de que la materia prima se ha encarecido. Esto está provocando que, presionados por los costes, hayan reducido la gama de producto, en un contexto competitivo en el que Turquía parece seguir ganando cuota de mercado.Otro de los elementos de preocupación es la devaluación del dólar respecto al euro, que afecta la competitividad de las exportaciones europeas e incita a los distribuidores a reforzar sus compras en la zona dólar y en Asia. Esto se suma a un problema de carácter estructural que es la disminución del número de confeccionistas y de las nuevas prácticas de aprovisionamiento.Las exportaciones del conjunto de la UE a países extra comunitarios alcanzaron en el 2002 las 468.000 toneladas, lo que supone un aumento del 5% respecto al año anterior. Italia sigue siendo, de lejos, el principal exportador, origen del 37% del total de las exportaciones de la UE.Las perspectivas de cara a los siguientes meses son inciertas, por la coyuntura internacional y la debilidad del consumo, sobre todo en países como Alemania, que por sí sola representa un tercio del consumo total de la UE.Por paísesItalia escapa de la ralentización de la coyuntura. Sus exportaciones fuera de la UE representan el 37% del total de las de los Quince y en los demás países de la comunidad han aumentado un 9%. Alemania, por su parte, sufre el descenso del consumo y ha visto caer su producción en un 13%. En cuanto a sus exportaciones, han disminuido en un 2% las destinadas al resto de los países de la UE, pero han registrado un incremento del 10% en los extra comunitarios.Los hiladores franceses también han visto reducir su actividad. Un ejemplo de ello es el descenso de la producción de hilo de algodón del orden del 14% en el 2002, una tendencia que parece continuar en lo que va de año. Sus ventas al resto de los Quinze se han mantenido estables y sus exportaciones fuera de la UE han registrado un ligero aumento del 1%.En el Reino Unido, la producción se ha reducido en un 7% en comparación con el 2001. Las industrias de la hilatura inglesas han estado durante los últimos años enfrentados con las reposiciones de las cadenas de distribución. Ejemplo de ello es la estrategia de precio que impone el líder de la distribución británico Marks & Spencer, que viene acompañada de los recursos de deslocalización. En referencia a sus exportaciones, han reforzado las dirigidas a los países de fuera de la UE, mientras han visto caer las destinadas a los países miembros en un 11%.La producción en España de hilatura también ha descendido un 3%. La actividad está especialmente afectada en el sector lanero. Los del algodón y las fibras sintéticas registran leves retrocesos, en cuanto a los hilos continuos, el aumento de las importaciones ha frenado su producción, en la que también ha contribuido el incremento de las importaciones de prendas confeccionadas. Las exportaciones de hilaturas a los Quince han caído un 7% y han aumentado un 2% a los países de fuera de la UE.