El micocreto tiene grandes ventajas sobre las estructuras convencionales de micelio. Podrá usarse sobre todo en arquitectura ligera.

Un grupo de científicos de la Universidad de Newcastle han desarrollado el micocreto, un material compuesto de micelio y de tejidos de punto. Es más resistente y versátil que los biomateriales anteriores. Los moldes de punto proporcionan un marco flexible para el crecimiento del micelio, permitiendo conseguir formas diversas.

Al inyectar la pasta de micelio en una estructura textil de punto, se crea un material compuesto más resistente y versátil que los anteriores biomateriales hechos con hongos. El micocreto podría utilizarse para construir edificios ligeros de bajo impacto ambiental.

Nuestra ambición es transformar el aspecto, el tacto y el bienestar de los espacios arquitectónicos utilizando micelio en combinación con materiales de base biológica como la lana, el serrín y la celulosa, explica Jane Scott, de la Universidad de Newcastle y autora del artículo explicativo publicado en Frontiers in Bioengineering & Biotechnology. La investigación corrió a cargo de un equipo de diseñadores, ingenieros y científicos del Grupo de Investigación sobre Textiles Vivos, que forma parte del Centro de Biotecnología, una empresa conjunta de las universidades de Newcastle y Northumbria financiada por Research England.

Para fabricar la pasta de micelio los científicos mezclaron esporas de micelio con granos de los que se pueden alimentar y material en el que pueden crecer. Empaquetaron esta mezcla en un molde y lo colocaron en un entorno oscuro, húmedo y cálido para que el micelio pudiese crecer. Una vez que alcanzó la densidad adecuada, pero antes de que empezase a producir sus frutos –las setas, lo secaron. Este proceso podría ser un sustituto barato y sostenible de la espuma, la madera y el plástico.

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Construcción de las estructuras de punto, rellenas con micelio

Los tejidos de punto constituyen una excelente solución. Con ellos se pueden crear moldes permeables al oxígeno. El tejido de punto es un sistema de fabricación 3D increíblemente versátil, afirma Scott. Es ligero, flexible y moldeable. Su principal ventaja frente a otros procesos textiles es la posibilidad de tejer estructuras y formas 3D sin costuras ni residuos.

Los científicos testaron muestras micelio convencional y muestras de micocreto, que también contenía polvo de papel, grumos de fibra de papel, agua, glicerina y goma xantana. Esta pasta se diseñó para introducirla en el encofrado de punto con una pistola de inyección.

Tejieron los tubos de la estructura con hilo de merino. Luego los esterilizaron y los fijaron a una estructura rígida mientras se llenaban con la pasta, para que los cambios de tensión del tejido no afectaran al rendimiento del micocreto.

Una vez secas, las muestras se sometieron a pruebas de resistencia en tensión, compresión y flexión. Las de micocreto resultaron ser más resistentes que las de compuestos de micelio convencionales y superaron a los compuestos de micelio cultivados sin encofrado de punto. El equipo también construyó un prototipo más grande llamado BioKnit, una cúpula independiente construida en una sola pieza sin uniones que pudieran debilitarla.

El rendimiento mecánico del micocreto en combinación con el encofrado de punto es significativo. Constituye un paso hacia el uso del micelio y de los biohíbridos textiles en la construcción, dijo Scott. Hay muchas posibilidades de adaptar esta tecnología a otras aplicaciones.

+ Info: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fbioe.2023.1229693/full

02.08.2023