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Raúl Sanahuja, Responsable de Comunicación en Epson Ibérica, reflexiona sobre la importancia de avanzar hacia una industria de la moda más sostenible.
|09.01.2023| Todo apunta a que la revolución hacia una industria del textil/moda más sostenible se está originando desde la base. En este sentido, es el propio consumidor el que exige artículos de moda más responsables y obliga a las empresas a virar hacia un modelo de producción menos dañino para el planeta.
Ante este escenario, es imprescindible que las compañías textiles apuesten por materias primas responsables y dispongan de la tecnología adecuada para llevar a cabo un proceso de producción de bajo impacto medioambiental.
Un buen ejemplo de dicha tecnología es la impresión digital textil, que permite producir en proximidad, bajo demanda, de forma personalizada, con un consumo reducido de agua y productos químicos, etc. Sanahuja, Responsable de Comunicación en Epson Ibérica, habla sobre las virtudes de este tipo de soluciones y reflexiona sobre la dirección que está tomando el sector textil/moda en términos de sostenibilidad:
El sector textil se encuentra, probablemente, en la etapa más retadora de su historia. Este sector, uno de los más consumidos por la ciudadanía global, es responsable del 20% de la contaminación del agua en todo el mundo. Una cifra que viene justificada por la gran demanda de la moda fast fashion, que está a la orden del día. Esta, sin duda, ha sido impulsora de una sociedad que se ha visto acostumbrada a los bajos precios y a la constante renovación de colecciones, dinámicas profundamente implantadas en el imaginario colectivo de jóvenes y no tan jóvenes.
Poco a poco, sin embargo, son más las personas que están despertando y tomando consciencia de las implicaciones negativas para el medio ambiente que conlleva este tipo de consumo. En consecuencia, crece el número de consumidores que optan por comprar moda más responsable.
Así lo corroboran los datos: según Percentil (eCommerce de ropa y accesorios de segunda mano), el 84% de los españoles es consciente del impacto que tiene la industria de la moda en el medio ambiente. Además, el 88% de ellos asegura que ha introducido cambios en su día a día para reducir el impacto medioambiental, como por ejemplo la reutilización de la ropa.
Junto a la ciudadanía, cada día son más también las compañías que apuestan por procesos más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, adoptan el reciclaje de materiales en sus cadenas de producción o introducen nuevos métodos alineados con los objetivos climáticos globales, entre otras medidas.
Bajo las riendas del fast fashion, sin embargo, todo ello no es fácil de conseguir. Para hacer frente a este nuevo reto, la industria textil debe impulsar y pensar en soluciones out-of-the-box, acogiendo nuevas ideas y métodos que le permitan adaptarse de manera exitosa al contexto actual. Así, solo las innovaciones que sean capaces de relacionar la tecnología con la sostenibilidad podrán proporcionar a la industria la disrupción necesaria para avanzar. La meta ya no es producir más, sino mejor.
Conscientes de ello, desde Epson aportamos nuestro expertise tecnológico para esta misión. Por ejemplo, hemos creado la serie de impresoras digitales textiles Monna Lisa, que ya forman parte de los procesos de producción de diversas compañías punteras del sector de la moda, como Texia Finishing o Petit Bateau.
Monna Lisa es más que una serie de impresoras, es el tipo de innovación que hace evolucionar a una industria hacia el rendimiento, la usabilidad y el ahorro de recursos y, todo ello, de forma sostenible. Los equipos de la serie Monna Lisa depositan la totalidad del pigmento de tinta sobre el tejido, hecho que elimina la necesidad de usar depuradoras para tintes residuales, reduciendo así la utilización de recursos hídricos.
Sin embargo, no solo sirve producir de manera más sostenible, sino que también es imprescindible trabajar para fomentar la reutilización de todos los materiales. El proyecto B·SEArcular, impulsado por Epson junto a otras entidades, tiene el objetivo de promover la economía circular limpiando el mar Mediterráneo de residuos plásticos para reintroducirlos en prendas de alta costura.
Para concluir, creo que vale la pena remarcar la necesidad de no conformarnos y seguir dinamizando todavía más la movilización entre los múltiples stakeholders acerca de la importancia de trabajar hacía un cambio tecnológico en el mundo de la moda.
Estamos avanzando, es cierto, pero todavía queda mucho por aprender. La única manera de revertir esta situación es acercando la innovación a la industria, reforzando el esfuerzo didáctico dirigido al usuario final y promoviendo los procesos que integren e impulsan la economía circular.
Para más información: www.epson.es/textil